El pasado 7 de diciembre de 2011 Ángel Rodríguez, Rodri en los circuitos, recuperaba su licencia para competir tras dos años sancionado por dar positivo en un control antidopaje. Para sorpresa de muchos, el equipo Stop&Go de Eduardo Perales lo fichó para llevarlo de nuevo al Mundial de Moto2. Asegura que ha aprendido de los errores del pasado y reitera que vuelve para intentar estar entre los mejores. En los pasados entrenamientos colectivos en Cheste, el ilicitano, de 26 años y padre de una niña, volvía a demostrar que no ha perdido ni una pizca de su talento y que no quiere desaprovechar su última oportunidad en las motos.

Usted venía de arrasar en el Campeonato de España de Supersport y en 2009 seguía el mismo camino hasta que fue sancionado por dar positivo en un control antidopaje. ¿Qué ha estado haciendo los dos últimos años?

Los dos años que he estado sancionado, aunque en realidad han sido más de dos, lo he pasado realmente mal. Perdí lo que más me gustaba hacer, que era montar en moto. He dedicado este tiempo a pasarlo con mi hija, a bucear y hacer cosas que nunca había hecho en mi vida. También entrené alguna vez con Stop&Go y también le ayudé a Julián Miralles para evolucionar su Moto2… Pero en realidad de moto he hecho muy poco. Lo único que podía hacer era ver las carreras desde la tele y recapacitar sobre los errores que he cometido, y eso es bueno.

Pidió la prueba de ADN para demostrar su inocencia, pero no se llegó a practicar, ¿cierto?

La sanción la acepté porque no me quedaba otra. Pedí la prueba del ADN, pagándola yo, que valía 10.000 euros, pero no me la quisieron conceder. Pero el pasado ya lo tengo olvidado y ya está.

Cuando hace declaraciones recalca mucho que ha aprendido de los errores. ¿Tantos cometió en el pasado?

Yo creo que cometo los mismos errores que todos… Yo lo he pagado bastante más de lo que tocaba y nada, sólo puedo decir que ninguno somos monjes aquí y si van a por mí, no hay problema, yo ahora estoy completamente tranquilo y no voy a cometer más errores.

En su etapa del Campeonato de España tenía su sueldo y podía vivir de las carreras, ¿pero qué ha hecho en el tiempo que no podía competir para ganarse la vida?

He estado con mi padre, ayudándole en su negocio. Pero no he trabajado en nada en concreto. Mi familia y algunos amigos me han estado ayudando… Sinceramente tampoco me ha hecho falta dinero porque he llevado una vida muy tranquila. No he salido de copas, ni a cenar… He estado en casa con mi familia.

Usted es un piloto con siete vidas. Le ha pasado de todo, pero siempre ha conseguido seguir adelante.

Creo que ya no voy a tener más vidas ya, creo que esta es mi última oportunidad. ¿Cómo lo hago? Pues subiéndome a la moto y dándole al gas. Hay gente que ha tenido las mismas oportunidades que yo y no han sabido aprovecharlas. Yo en cambio, siempre salgo a la pista a por todas. La suerte que tengo es que puedo pasarme mucho tiempo sin subirme a la moto, pero monto de nuevo y voy rápido.

¿Cómo se ganó la confianza de Eduardo Perales y Stop&Go para que le diera una oportunidad para volver al Mundial tras su positivo?

A Eduardo ya lo conocía de 2005, cuando él llegó a mitad de temporada al equipo de Galicia en el Mundial. Siempre tuve una relación muy buena y siempre ha confiado en mí. Me dio la oportunidad de entrenar y creo que yo he sabido aprovecharla. La mayoría de la gente le decía que no me fichara, pero él ha creído en mí al cien por cien y no le voy a defraudar.

Es un poco sorprendente que con el talento que usted atesora, todavía no tenga ningún podio en el Mundial. ¿Qué le ha faltado para triunfar en los grandes premios?

Yo con 15 años estuve liderando carreras y a punto de ganar alguna. Pero la mala suerte me persiguió, como en Le Mans donde me gripó el motor, o en Australia donde Sanna me tiró… Yo sé de lo que soy capaz de hacer y sé que tarde o temprano lo voy a conseguir. También hay pilotos que tienen podios y no son buenos.

Cuando fichó por Stop&Go para correr el Mundial dijo que su objetivo era estar entre los cinco mejores de Moto2 ¿No cree que es demasiado ambicioso tras dos años de estar parado?

Hay gente que me creerá y otros que no, pero yo sé que soy capaz de hacerlo. Yo no vengo a hacer el 15. Seguro que hay carreras que tengo problemas, pero desde luego mi objetivo sigue siendo ese.

¿Si no acaba entre los cinco primeros peligra su continuidad en el Mundial?

No lo sé, habría que preguntárselo a Edu Perales, el jefe. Lo que está claro es que cualquier piloto que acabe el 15 o más atrás va a tener problemas para continuar.

Con su vuelta al campeonato del mundo tendrá que cambiar todos sus hábitos y volver a entrenar mucho, ¿no?

Bueno… Después de estar dos años parado, por mucho que estés entrenando fuerte físicamente, cuando subes a una moto todo cambia. Son otros músculos, otros dolores… todo cambia. No creo que para ir rápido tengas que estar físicamente al cien por cien, si no mira a Valentino (Rossi). Él entrena muy poco… Lo importante es tener la cabeza despejada y saber qué quieres, aunque está claro que entrenar te ayuda.

¿Lo confía todo a su talento?

No sé, pero yo me subo a la moto y voy rápido y sinceramente no sé porqué. No me cuesta. Hay gente que ha nacido para jugar a fútbol, otros para cantar y otros para ir en moto. Es difícil de explicar.