­En el año 2002, y coincidiendo con la disputa del Mundial de Fútbol de Alemania, a alguien se le ocurrió la idea de enfrentar a las dos peores selecciones del mundo. Hasta las recónditas montañas de Bután se desplazó la selección de Monserrat para perder por cuatro a cero. Ni unos ni otros demostraron estar hechos precisamente para el balompié. Los butaneses posiblemente explicaron a sus rivales caribeños que de lo que ellos entienden es de tiro con arco. A mitad camino entre el deporte y el ritual, el lanzamiento de flechas con arcos de bambú es una tradición milenaria, que remontan a los tiempos de Buda. Los fines de semana, los mejores tiradores de cada pueblo se enfrentan en competiciones. Ataviados con casacas de vistosos colores, se ven sometidos a todo tipo de puñeterías por parte del público y rivales para tratar de desconcentrarles. Los aciertos se celebran con danzas a modo de celebración.

Con miles de personas practicando un mismo deporte, Bután ha acabado por tener un puesto en el espacio olímpico. Sus mejores tiradores no participan en competiciones internacionales, esas que dan los puntos clasificatorios para acceder a la cita olímpica. El COI surte de invitaciones a aquellos países que no alcanzarían plaza por méritos propios y así se da el gustazo de tener a sus 204 asociaciones en la cita olímpica. Esas invitaciones son las que protagonizan actuaciones impropias de la alta competición, especialmente en atletismo y natación. Pero en el caso de Bután, la cortesía está más que justificada.

Del bambú a la fibra

Cambiando el arco rústico de bambú por un recurvo de fibra de carbono, los Juegos de 2004 acogieron uno de los grandes momentos de la historia de este país. Tshering Chhoden y Tashi Peljor eliminaron respectivamente a una china y un francés, curtidos en mil batallas, en treintaidosavos de final. Tashi fue capaz incluso de firmar la cuarta mejor puntuación de esa ronda entre 64 competidores. En 2012, Bután volverá a estar presente con una arquera. Se llama Sherab Zam. La novedad será la otra chica, Kunzang Choden, que también tira, pero con rifle. Los rivales ya saben que con un butanés al lado, el espíritu de Tashi se puede aparecer y mandarte a casa antes de tiempo.