Cada vez está más claro que Valencia acogerá este año la quinta y última edición del Gran Premio de Europa. En un par de meses se anunciará el calendario de 2013 y todo indica que sólo habrá una carrera en España a partir de la próxima temporada. Montmeló ya ha sacado a la venta las entradas y despeja la duda de cuál será la sede de 2013.

Mientras, la Generalitat Valenciana sigue negociando con el Gobierno catalán y con Bernie Ecclestone para sellar la alternancia de sedes. El jefe del Consell, Alberto Fabra, anunció ayer que las negociaciones están "muy avanzadas", pero tal y como informó este periódico, el anuncio de alternancia no se hará este fin de semana. "Se hará público una vez finalizada la temporada", aseguró Fabra en Benicàssim, en declaraciones que recogía Europa Press.

Valencia puede ir despidiendo su Gran Premio de Europa e ir preparando con tiempo la organización de su primera carrera bajo la denominación de Gran Premio de España. El acuerdo de alternancia se da por hecho. Ecclestone, Fabra e incluso Mas -aunque con alguna reticencia- han hablado abiertamente de la posibilidad. Sólo falta firmarla, pero como no hay prisa porque el año que viene ya está resuelto el calendario, tardará en hacerse oficial. El compromiso ya es conocido por todos: Barcelona organizará las carreras en años impares (2013, 2015, 2017 y 2019) y el "cap i casal" será la sede los años pares (2014, 2016 y 2018).

La Generalitat Valenciana no quiere desprenderse de la Fórmula 1 porque considera que le ofrece a la ciudad de Valencia una gran proyección internacional, pero quiere mantenerla con racionalidad, reduciendo los gastos y asumiendo su altísimo coste (28,4 millones de canon en 2012) sólo cada dos años. Hacerlo anualmente es hoy por hoy inviable para las cuentas públicas.

Además, la alternancia permitiría al "cap i casal" tener en exclusiva la prueba el año que le tocara, con la ventaja que eso supone para captar a un mayor público nacional. Además, la prueba va camino de consolidarse de cara al exterior y ya este año el aficionado extranjero supone el 65 por ciento del total del aforo, de 45.000 localidades.

"Queremos seguir estando dentro de la referencia y la proyección internacional que supone un gran premio de Fórmula 1, pero, a la vez, tenemos que ser conscientes de las dificultades económicas que tenemos y, sobre todo, hay que hacerlo de forma racional", dijo ayer Alberto Fabra en Benicàssim. Según el presidente de la Generalitat, la Fórmula 1 "es un gran evento que siguen más de 500 millones de personas a través de sus pantallas de televisión" pero -aclaró- "en estos momentos hay que buscar la racionalidad de ese gasto para que, sin perder esa proyección, podamos hacerlo sostenible".

Preguntado si se seguirá apostando por este evento a pesar de las críticas de la oposición, Fabra afirmó que entiende a la oposición, pero cree que lo hace "de una forma un poco frívola porque precisamente esos partidos son los que mantuvieron el gran premio en Cataluña y no dijeron absolutamente nada en cuanto a las críticas que sí están vertiendo aquí".

El jefe del Ejecutivo valenciano dijo que el retorno de los grandes eventos que se han hecho en la Comunidad este año ha sido, según cálculos oficiales, de más de 375 millones de euros, y añadió: "Tenemos el primer centro cultural y de ocio, que es la Ciudad de las Artes y las Ciencias, más visitado de toda España".

Ecclestone ya pasea por Valencia

Se espera que Alberto Fabra asista al circuito urbano en la jornada del sábado o la del domingo. Bernie Ecclestone ya anda por Valencia, porque a pesar de sus 81 años, el magnate de la Fórmula 1 continúa sin descuidar sus negocios en ninguna carrera. La foto entre ambos parece segura, pero sin embargo el anuncio de alternancia, se retrasará. La opción de que Valencia acabe renunciando a la carrera de Fórmula 1 también está sobre la mesa. Aunque el coste de su cancelación sería casi tan elevado como los dos años de contrato que quedan por cumplir, no es descabellado pensar en una solución radical, dado el delicado momento económico que atraviesan las cuentas de la Generalitat.