Ninguno de los 51.546 aficionados presentes ayer en el circuito urbano de Valencia era consciente de que iba a asistir a una de las mejores carreras que se recuerdan en la Fórmula 1. Seguramente la mejor de este año y sin discusión la mejor que nunca se ha celebrado en el Gran Premio de Europa. A las dos de la tarde se apagó el semáforo y automáticamente se encendió la magia que Fernando Alonso lleva dentro. Desde la undécima plaza inició una épica remontada hasta la caída de la bandera de cuadros, que cruzó victorioso por primera vez en el "cap i casal". Un triunfo increíble, un triunfo que guardará en lugar preferente de su videoteca. Tal vez el mejor de su carrera deportiva. Las lágrimas de la vuelta de honor o el podio confirmaron que algo excepcional había sucedido.

Fernando Alonso levantó en el podio el trofeo inspirado en Jaume I el Conqueridor, una perfecta alegoría del arduo camino que ha llevado al asturiano hasta la victoria en Valencia, después de cinco años de perseguirla con tesón y sin mucha suerte, y seis años después de su último triunfo ante los aficionados españoles, en Montmeló 2006. La recompensa además fue máxima, pues el piloto de Ferrari sale del Gran Premio de Europa como líder en solitario del Mundial, tras la mala suerte de sus dos grandes rivales. Sebastian Vettel rompió su Red Bull cuando era líder y parecía tener ritmo para ganar, y Lewis Hamilton se estrellaba en una enconada pelea con Pastor Maldonado (Williams) por defender una plaza en el codiciado podio valenciano.

La victoria imposible o la carrera perfecta, pueden definirla como quieran, pero lo cierto es que nadie daba un duro ayer por Fernando Alonso. Partía undécimo tras una mala clasificación y tras apagarse el semáforo comenzó el memorable espectáculo. En la salida y tras varios escarceos adelantó tres posiciones, para estabilizarse en la octava plaza y sufrir detrás de los Force India, a los que no podía rebasar. La carrera la lideraba un Vettel que parecía ir muy sobrado, rodando hasta dos segundos por vuelta más rápido que sus perseguidores, que no eran otros que Romain Grosjean (Lotus) y Lewis Hamilton (McLaren).

Después de diez vueltas comenzó la segunda reacción de Alonso, rebasando primero a Hulkenberg (Force India) y una vuelta después al venezolano Pastor Maldonado (Williams).

En el primer paso por "boxes" para sustituir neumáticos, Alonso volvió a ganar posiciones gracias a la rapidez de sus mecánicos. Se deshizo sobre todo de Kimi Raikkonen (Lotus), otro de los protagonistas del Gran Premio tras subir al segundo escalón del podio. Tras el paso por el "pit stop" estaba en mitad de un grupo del que dio cuenta de tres de sus integrantes en un santiamén. En la vuelta 19 el asturiano ya era cuarto de carrera.

Un accidente clave

Pero si algo determinó el desarrollo de la carrera fue el accidente entre el francés Vergne (Toro Rosso) y Kovalainen (Caterham) en la vuelta 29. Provocó la salida del "safety car" y la revolución de la prueba. Los principales aspirantes a la victoria pasaron por "boxes" para poner el compuesto medio con el que tratarían de terminar la carrera, con unas treinta vueltas por delante.

Se reagrupó la carrera y cuando el coche de seguridad se marchó Alonso volvió a hacer una de las suyas, un adelantamiento impresionante a Grosjean con el que se puso segundo al acecho de Vettel. El de Red Bull sin embargo parecía que tenía ritmo para abrir hueco de nuevo. La segunda plaza era un gran negocio para el asturiano, hasta que le tocó el primero de los dos premios gordos que faltaban por salir en la azarosa carrera de Valencia. Vettel rompía el motor de su coche y dejaba al de Ferrari como líder de la prueba. Grosjean pasó a ser la amenaza, porque el Lotus ayer era un tiro, pero al igual que Vettel rompió su motor.

Las últimas vueltas fueron de relativa tranquilidad para Alonso, aunque la degradación de neumáticos le hizo temer por la victoria. Afortunadamente sus rivales sufrían de lo mismo. El que más Lewis Hamilton, que a dos giros para el final vio como le adelantaba Raikkonen y cuando trataba de defender la posición con Maldonado, acabó estrellando su flecha de plata contra el muro, mientras el venezolano rompía el alerón. Segundo premio gordo para Alonso, nuevo líder destacado del Mundial. Maldonado fue sancionado con 20 segundos a su tiempo en meta por causar el accidente del británico.

Alonso cruzó la meta ganador, con dos viejos rockeros tras él, el finlandés Kimi Raikkonen y el alemán Michael Schumacher (Mercedes), que se benefició de la locura de las últimas vueltas para terminar tercero. Luego llegó el paseo triunfal del asturiano, la bandera, las lágrimas ante la afición, el sueño que se había visto cumplido.

De la Rosa mejora

También fue una buena jornada para el español Pedro Martínez de la Rosa y HRT, que lograron su objetivo, ya que los dos monoplazas terminaron la carrera y el catalán lo hizo por delate del su compañero, el indio Narain Karthikeyan. La decimoséptima plaza del catalán es la mejor posición del año, aunque pudo haber sido incluso mejor.

Fernando Alonso lidera ahora el Mundial con 111 puntos, por 91 de Mark Webber (Red Bull), cuarto ayer, 88 de Hamilton y 85 de Vettel, los dos grandes damnificados del fin de semana.