Ever Banega salió ayer por la tarde ileso del incendio de su Ferrari 360 Challenge Stradale, en las inmediaciones de la ciudad deportiva de Paterna. El coche, tasado en unos 80.000 euros, que el jugador argentino compró hace dos días de segunda mano a un particular y que recogió ayer mismo por la mañana del concesionario, ardió por motivos que todavía se desconocen en la curva de entrada al recinto de entrenamiento. Los hechos ocurrieron alrededor de las seis de la tarde y el fuego se propagó a una zona próxima de árboles y matorrales. Fue necesaria la actuación de los bomberos para extinguir las llamas y varias dotación de la Policía Nacional y la Policía Local de Paterna también se acercaron al lugar para tomar declaración al futbolista, que conmocionado por el susto no entrenó. Poco quedó del bólido, salvo el morro y un par de latas de bebida que había en el posavasos.

Fuentes del club informaron que Banega apreció por el retrovisor de su nuevo coche que por la parte trasera -en la que los Ferrari tienen instalado el motor- salía humo y unas primeras llamas. El internacional argentino detuvo el automóvil y lo abandonó de inmediato. El Ferrari ardió en cuestión de segundos. En ese instante apareció con su coche el portero Diego Alves, que también se dirigía al entrenamiento vespertino y que recogió a Banega. Ambos dieron cuenta de lo sucedido en las dependencias del club en Paterna para alertar de inmediato a los bomberos y la policía.

Las llamas fueron de tal calibre que, el resto de jugadores que acudían a continuación a la ciudad deportiva y los periodistas, tuvieron que dejar estacionados sus deportivos en el aparcamiento de un hotel cercano a la ciudad deportiva, y completar a pie la distancia, unos 300 metros, hasta los campos de entrenamiento. La sesión de trabajo del conjunto de Mauricio Pellegrino, programada a las 19 horas, demoró su inicio a causa del incidente.

Ahora tratan de esclarecer las causas de la combustión espontánea que padeció el automóvil. En un primer momento se pensó que el modelo correspondía a un Ferrari 458 Italia, presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt en 2009 y comercializado un año después. La firma italiana tuvo que revisar unas 1.250 unidades de este modelo después de que se encadenaran varios incendios sin motivo aparente. La posterior investigación interna determinó como causa la fusión de un componente adhesivo para fijar un panel bajo los pasos de rueda traseros, que fue sustituida por una placa metal. Desde entonces, la compañía del "cavallino rampante" ha entregado un Ferrari nuevo tras cada incendio. Pero el F458 Italia es, precisamente, el modelo escogido por Ferrari para sustituir al F430.

Antecedentes con los coches

La trayectoria en el Valencia de Ever Banega, de 24 años, se ha visto salpicada desde su fichaje, en el mercado de invierno de 2008, con incidentes con los automóviles. A los pocos meses de recalar en Mestalla, en marzo de 2008, fue detenido por la Policía después de saltarse un semáforo en rojo y dar positivo en el posterior control de alcoholemia. En el año 2010 fue sancionado económicamente por el club después de que llegara en taxi a un entrenamiento matinal tras haber trasnochado toda una noche. El motivo oficial de la dolencia transmitido por los servicios médicos del club fue el de una gastroenteritis.

El club intentó traspasarle aprovechando la Copa América 2011, para la que fue convocado con Argentina. Sin embargo, un repunte en su rendimiento, y las prestaciones irregulares de Tino Costa y Dani Parejo, fichados en su día para sustituirle, provocaron que el club confiara en el talentoso mediocentro rosarino y ampliase el pasado 18 de enero su contrato hasta 2015. Era el mejor momento de Banega en el Valencia pero apenas dos semanas después, el 19 de febrero, sufrió un percance con su Audi R8 que le ocasionó el aplastamiento de la tibia y el peroné cuando se disponía a repostar en una gasolinera cercana a la ciudad deportiva. Al jugador se le olvidó poner el freno de mano del vehículo. Al intentar detenerlo, un pie se le quedó atrapado entre un bordillo y una rueda, causándole la lesión de la que todavía se recupera.