Mauricio Pellegrino asume las estrecheces económicas del Valencia pero insiste en querer contar con una plantilla de garantías y ahora, entiende, que no la tiene. El técnico pidió al director deportivo que se reforzara el lateral izquierdo y la delantera y, a dos semanas del arranque de la Liga, las dos posiciones siguen sin cubrirse. Jordi Alba y Aritz Aduriz, traspasados y por los que se han ingresado 16,5 millones de euros, aún no tienen recambio. Cierto es que, cuando Pellegrino viajó a Yakarta (Indonesia) con la expedición valencianista, lo hizo convencido de que Didac Vilà ya era pupilo suyo, pero, los problemas en el pubis que obligarán al catalán a pasar por el quirófano, echaron al traste una operación que, a priori, era económicamente muy beneficiosa para el club.

Braulio Vázquez explicó ayer a Mauricio Pellegrino lo ocurrido, el porqué se tomó la decisión y qué opciones existen ahora para cubrir este puesto -se trató, deprisa y corriendo, de recurrir a Jose Angel pero éste ya se había comprometido con la Real Sociedad- pero, para disgusto del técnico argentino, el director deportivo insistió en que la cantidad que Manuel Llorente ha destinado a este capítulo no supera los ocho millones de euros. Técnico y director deportivo se reunieron ayer en dos ocasiones, lo que indica la trascendencia de las decisiones que se deben adoptar. Y es que, los días pasan, los refuerzos no llegan y los nervios empiezan a apoderarse de los dos máximos responsables de la plantilla.

Así, y tras evaluar las complicaciones que el club se está encontrando para fichar a un lateral izquierdo que complete a Jeremy Mathieu -con problemas en el tendón de Aquiles que preocupan-, Vázquez trasladó al técnico la conveniencia de, mantener a Paco Alcácer en el primer equipo y destinar la cantidad reservada a fichar a un delantero a la incorporación de un lateral de garantías. Así, sólo se reforzaría el ataque si la secretaría técnica lograra la cesión de un delantero que, previamente, su equipo tenga arrinconado y éste fuerce su marcha.

El objetivo de Braulio sigue siendo Gameiro, con el que no cuenta el PSG, pero la operación se antoja complicada porque el equipo francés quiere hacer caja con el ex del Lorient y, de momento, no está dispuesto a ceder al jugador por el que hace un año pagó doce millones de euros.

Alcácer busca su recompensa

Paco Alcácer está aprovechando la pretemporada para, con goles, reivindicarse pero su salida dependerá de la llegada o no de un atacante que pueda competir con Roberto Soldado. Ayer, a su llegada al aeropuerto de Manises, el jugador de 18 años aseguró que "trabajo duro para obtener la recompensa de quedarme" y desveló que Pellegrino le ha dicho "que trabaje, que juegue como sé hacerlo y que no tenga prisas". Por el de Torrent se han interesado varios clubes, entre ellos, el Getafe, el Deportivo y el Betis.