Esta semana se nos ha ido para siempre a José Gastaldo, El Zurdo de Picassent, una de las leyendas del "joc de carrer". Se ha ido como él quería, sin hacer ruido, acompañado de los suyos, de sus amigos del pueblo y de otros donde anunció su nombre, muchos de los cuales le siguieron en camiones repletos de gente para asistir a inolvidables desafíos en las calles de Turís, Carlet, Godelleta, Alfarp, LlauríÉ allá donde se anunciaban los mejores. Porque El Aiero, como se le conocía en su pueblo, se anunció junto al Roig, Patet, Albalat, Rovellet e incluso junto a GenovésÉ en tiempos en que la pelota en la calle todavía era capaz de movilizar sentimientos y pasiones. Sus desafíos a "perxa esquerre al aire" bn-seguramente la modalidad más difícil de la pelota a mano- contra Conrado de Alfarp abarrotaron la calle Calabarra de Turís, cuando en este pueblo nadie se perdía las partidas. El Zurdo lideró un equipo campeón a finales de los años cincuenta. Después, el juego decayó hasta el estado agónico de los sesenta y principios de los setenta. Pero con 50 años tuvo arrestos para liderar un equipo en la recuperación de finales de los setenta, germen de lo que pocos años después serían varios triunfos de este club en el Trofeo El Corte Inglés. Pero en Picassent, convertido en un pueblo dormitorio, pocos se interesaban ya por un deporte que pertenecía a otra época, otros tiempos. Se habló de construir una canchaÉ hubo algún intento aislado pero no hubo fuerza social, ni sensibilidad suficiente para recuperar una tradición y una historia en la que el lejano Bessó y El Zurdo ofrecieron glorias por toda la geografía valenciana. Así es que El Zurdo, ante la indiferencia por el deporte propio en su pueblo, optó por no perderse las partidas de la cancha de Godelleta siempre acompañado de su hijo, siempre discreto, silencioso, humilde. Este año se notará su ausencia en el Trofeo Moscatel que estoy seguro homenajeará como se merece a una figura entrañable y querida de nuestro deporte.