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"Hay que reflexionar con el atletismo de manera profunda, no son los primeros Juegos en los que no conseguimos medalla, en Pekín ya pasó. Pero no somos el único país al que nos pasa esto. La irrupción de países emergentes también lo provoca, ya que en medio fondo hace unos años la lucha era entre europeos y americanos, y ahora dominan países que no habían prestado atención anteriormente a esos deportes", expresaba ayert Miguel Cardenal. El atletismo español ha cerrado su segunda cita olímpica sin lograr ninguna medalla. Esa es la realidad de una disciplina que ni en Pekín 2008, ni en Londres 2012 ha logrado metal. Por su parte, los atletas no han dudado en cargar contra el presidente de la federación de atletismo, José María Odriozola, de 73 años y que tras 23 en el cargo, ha sido duramente cuestionado en los últimos días por nombres tan importantes como García Bragado o María Vasco. Bragado fue el primero en alzar la voz cuando todavía no había disputado la prueba de 50 kilómetros marcha. El marchador cargó contra Odriozola y lo señaló como el principal culpable de la situación del atletismo en España: "Estamos dirigidos por un anciano, por muy feliz que esté con su marcapasos nuevo. Necesitamos un cambio, así no vamos a ninguna parte", aseguraba el marchador español.
No fue el único, María Vasco, medalla de bronce en Sidney 2000 y que terminó décima en Londres, cargó contra lo poco valorada que está la marcha dentro del mundo del atletismo. La grieta amenaza con agrandarse y Odriozola parece que tiene los días contados al frente de la antaño laureada y todopoderosa Federación de Atletismo Española.
