Aprovechando el hueco que deja Valencia en el calendario de Fórmula 1 de 2013 —ya que alternará su carrera con Montmeló—, Bernie Ecclestone verá cumplido otro de sus sueños al conseguir que un monoplaza de la máxima categoría vuele a 300 km/h con el impresionante «skyline» de Nueva York como decorado de fondo. El año que viene debuta en el «gran circo» el Gran Premio de América, que se disputará en el trazado urbano de Port Imperial de New Jersey. Una pista que guarda numerosas similitudes con Valencia, pero que se distingue en un concepto básico: Su promotor y la construcción del circuito son de iniciativa privada, es decir, el erario público no costeará la prueba. Todo lo contrario que en la maltrecha cita que ha llevado el nombre de Gran Premio de Europa en los últimos cinco años.

Valencia, Singapur y New Jersey son tres circuitos cortados por el mismo patrón. Los tres están inspirados en Mónaco, porque Bernie Ecclestone se levantó hace años con la idea de convertir en el Mundial en una sucesión de trazados gemelos al de Montecarlo: Pistas que se integraran en ciudades con puerto donde pudiera atracar los yates de los hombres de negocios que asisten a la Fórmula 1.

El circuito de 5,1 kilómetros de Port Imperial, en el estado de New Jersey, está diseñado, como el de Valencia, por el conocido arquitecto Hermann Tilke. Discurre por las calles de los núcleos de Weehawken y el distrito oeste de Nueva York. La línea de salida se situará junto a la terminal del ferri New York Waterway, con los «boxes» y «paddock» situados entre la terminal y el Port Imperial Boulevard. El primer sector del trazado discurrirá a lo largo del paseo frente al estuario del río Hudson, y luego subirá por una zona de bosque. Como en el «cap i casal» bordea una zona residencial grande, para volver a la zona portuaria tras un desnivel de 46 metros. Sin duda, el gran escaparate del circuito de New Jersey será el de tener como escenario de fondo los grandes rascacielos de Manhattan. En la bahía del Hudson se ha proyectado una dársena para acoger hasta 200 grandes yates.

Una gran diferencia

A pesar de todas las evidentes similitudes entre Valencia y New Jersey, a ambos circuitos les separa un mundo, el de la financiación. El empresario Leo Hindery es la cabeza visible del proyecto de Port Imperial, quien anunció que su construcción no le costará dinero a las arcas del estado. La financiación será totalmente privada, y el canon que le pagan a Ecclestone también lo abonará por completo el promotor.

Hay que recordar que la construcción del circuito urbano de Valencia la pagó integramente la Generalitat Valenciana, con un desembolso que sobrepasó los cien millones de euros. Además, el canon de la carrera lo asumió desde el segundo año de contrato el Consell entonces presidido por Francisco Camps. En total, unos 183 millones de euros por siete años de contrato.

El estado de New Jersey y las ciudades involucradas en el proyecto ceden el suelo para la construcción de la pista. Se calcula que tendrá un coste aproximado al de Valencia, ya que al estar diseñado por el mismo arquitecto, Hermann Tilke, las necesidades serán similares.

En cuanto al canon, de unos 24 millones de euros, también está previsto que lo pague el promotor del GP, que espera una afluencia cercana a los cien mil espectadores y un impacto económico para la zona de unos 80 millones de euros. Será el segundo GP en Estados Unidos, ya que este año el Mundial viaja al trazado de Austin, cuya construcción costará casi 250 millones de euros.