El Real Valladolid celebró con un victoria por la mínima ante el Real Zaragoza su regreso a la Liga BBVA (0-1), gracias a un gol de Óscar y a pesar de haber fallado un penalti, en el partido que cerraba la primera jornada de la competición, disputado en La Romareda.

Tras un inicio insulso, a los diez minutos llegó la primera jugada polémica. En un balón en largo para Postiga, Jaime salió para atrapar el balón con las manos; el línea creyó que el portero visitante lo hacía fuera del área, cuando en realidad lo hacía dentro. La acción se saldó con amarilla para Jaime y falta a favor del Zaragoza. En el saque, Apoño no acierta a disparar a puerta y la zaga pucelana no es capaz de despejar; Montañés, dentro del área, envía la pelota fuera.

Fue el comienzo del asedio de los de Djukic; a los 24 minutos, Óscar pudo adelantar a su equipo tras recibir atrás un gran pase de Rukavina; su disparo se marchó por encima de la portería zaragocista. Poco después, Javi Guerra, en boca de gol, no supo aprovechar un magnífico centro de Rukavina.

El premio al descaro del Valladolid llegó al filo del descanso en una combinación entre los dos delanteros pucelanos. Óscar recibió el balón entre líneas y se lo cedió a Omar, que vio el hueco para que de nuevo Óscar centrase raso y de primeras para sorprender al meta local, que acertó a tocar el balón pero no pudo evitar el tanto.

La segunda mitad comenzó con susto para el Valladolid; un cabezazo de Helder Postiga a centro de Obradovic estuvo a punto de sorprender a Jaime, que tuvo que enviar el balón a córner.

Sin embargo, la ocasión más clara la tuvo en el minuto 67. En un saque de falta, Ebert disparó a puerta y Apoño tocó el balón con la mano al intentar despejar, por lo que el árbitro decretó la pena máxima. Víctor Pérez se encargó de lanzar el penalti, pero Roberto que adivinó el lanzamiento y envió el balón al palo para mantener la tensión del encuentro.

Era el empuje moral que le faltaba al Zaragoza, que en el 75 estuvo a punto de conseguir el empate en un balón colgado por Oriol que Rukavina mandó a saque de esquina con la espalda. Antes del final del encuentro, Apoño puso a La Romareda en pie con un disparo desde la frontal que se marchó fuera por muy poco. A la heroica, los de Manolo Jiménez buscaron el empate, con Roberto subiendo a rematar, pero no tuvieron fortuna.

Rayo-Granada

El Rayo Vallecano se ha impuesto 'in extremis' al Granada (1-0) en el encuentro del lunes correspondiente a la primera jornada de la Liga BBVA disputado en el Estadio de Vallecas, donde un golazo de Trashorras en el minuto 95 arregló para los locales un partido con poco fútbol en el debut de los técnicos Paco Jémez y Juan Antonio Anquela.

El marcador del Estadio de Vallecas, escenario del encuentro, volvió a lucir un 1-0 para los locales como ya ocurrió en el duelo entre Rayo y Granada de la última jornada de la campaña anterior. En ese momento, los dos se jugaban la permanencia y una victoria por la mínima de los locales provocó el delirio de ambas aficiones. En esta ocasión, ninguno de los equipos se jugaba la vida, pero un gol en la última jugada cayó como un título para unos, y como un jarro de agua fría para otros.

Con una parte de la grada vacía en protesta por los horarios televisivos, en Vallecas se vivió un encuentro insulso, con muchas interrupciones y pérdidas de balón y donde apenas se cantaron ocasiones de peligro.

Los de Jémez parecían más metidos en el partido y Lass fabricaba la primera ocasión, al tiempo que un Granada que perdía el esférico con suma facilidad esperaba a verlas venir. A pesar del dominio del cuadro madrileño en el primer acto, los andaluces lo tuvieron más cerca para marcharse al descanso con la ventaja en el luminoso.

Al borde de la primera hora de juego, el meta Rubén tuvo reflejos para repeler un disparo lanzado por Orellana y, acto seguido, Íñigo López envió el balón al larguero en la mejor ocasión de toda la primera mitad.

La segunda parte arrancó sin dueño. Ninguno de los dos equipos lograba encadenar varios pases seguidos y las interrupciones apagaron aún más el partido. En los primeros minutos, una mala salida del Rayo estuvo a punto de suponer el primer tanto del Granada, pero la defensa local enmendó el error evitando el remate de El-Arabi.

Con el transcurso de los minutos, el Granada mejoró y, aunque sin fortuna, tomó los mandos del encuentro. Ante la ausencia de jugadas elaboradas, los jugadores lo intentaban a balón parado o con disparos lejanos, pero el esférico no lograba sobrepasar la red. Cuando parecía que los puntos estaban repartidos, una falta cometida por el Granada haría gozar al Rayo de la última del partido. Al final, Trashorras, seguro de sí mismo, colocó el balón para enviarlo directamente a la escuadra bajo la mirada atónita de Toño.