El Deportivo se reencontrará el domingo en Mestalla, a las 23 horas, con el 'principito' que reinó en la plantilla blanquiazul en Segunda División y que después se fue con la carta de libertad al Valencia, el mexicano Andrés Guardado.

El internacional, que debutó con el Valencia en partido oficial el pasado domingo ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, dejó el Deportivo con la conciencia tranquila después de haber compensado en su último año de contrato el desembolso que el club hizo por él en 2007.

En su quinta temporada como deportivista, pasado un verano en el que parecía estar más fuera que dentro tras el descenso a Segunda, pero en el que las ofertas que llegaron por él no convencieron al club coruñés, Guardado se echó el equipo a la espalda y lo guió hacia Primera División.

Había pasado un mal verano, capítulos tensos con una afición a la que no le gustó que su representante dijera en México que Guardado no quería jugar en Segunda con el Deportivo, pero en el césped reconquistó a la afición y estuvo a la altura de lo que de él se esperaba cuando fue fichado.

Guardado, que se marchó libre, fue el último gran traspaso que asumió el Deportivo, que pagó inicialmente por el 75% de sus derechos 5,25 millones de euros al Atlas de Guadalajara después de arrebatárselo en el último momento al PSV Eindhoven holandés.

El mexicano llegó con 20 años al Deportivo y fue presentado ante 4.000 aficionados en Riazor, su fichaje generó demasiadas expectativas y él, desde el primer momento, asumió que el club coruñés debía ser un trampolín en su carrera hacia un grande.

En su primera temporada en el club, en la que debutó ante el Almería, jugó 26 partidos de Liga, 22 de ellos como titular, rozó los 2.000 minutos en el césped y estrenó su cuenta de goles ante el Betis el 16 de septiembre.

Ese curso contribuyó a sostener con vida al Deportivo en la tempestad de una primera vuelta que acabó en puestos de descenso, goleó al Mallorca, el Murcia, el Villarreal y el Valladolid en el partido en el que el equipo resurgió y, entonces, comenzó su coqueteo con las lesiones musculares.

El Deportivo salvó la temporada y Guardado, en su segunda campaña en el Deportivo jugó 29 partidos de Liga (2.434 minutos), anotó dos goles y tuvo su primera y única experiencia europea, la Europa League (previo paso por la Intertoto), con un gol en ocho encuentros.

En su tercera temporada en el Deportivo, las lesiones limitaron su participación a 26 partidos de Liga (2.013 minutos), en los que marcó tres goles, dos de penalti y uno al Tenerife de José Luis Oltra, el técnico que lo dirigió el curso pasado; mientras que en Copa del Rey convirtió ante el Valencia en octavos de final.

El año del descenso, Guardado solo disputó 20 partidos y únicamente aportó dos goles, ambos de penalti ante el Getafe el 20 de septiembre, un rendimiento bajo que el equipo acusó.

El mexicano lo compensó el curso pasado, el más completo con el Deportivo, con el que superó los 3.000 minutos en Liga (36 partidos, todos como titular) y marcó once goles (dos de penalti).

La afición de Riazor le pidió que renovara su contrato, pero no convenció al centrocampista, que desembarcó en el Valencia después de haber cerrado la etapa del Deportivo con 137 partidos de Liga, 10.975 minutos en el césped y 23 goles, de los que solo dos, ante el Villarreal en 2008 y frente al Elche el curso pasado, no reportaron puntos al equipo.