Hola amigos. Antes que nada debo daros las gracias a todos y cada uno de vosotros que me habéis hecho llegar mensajes de apoyo y ánimo a través de todos los medios posibles. La verdad es que lo que he vivido durante estos últimos días ha sido algo nuevo para mí. La caída del sábado en Indianápolis trastocó todos los planes del fin de semana y la evolución que llevábamos. De la pista me llevaron directamente al hospital metodista de la ciudad porque había vomitado algo negro y me daba sueño constantemente: los médicos se asustaron mucho por esto. Luego comprobaron que las constantes vitales estaban bien y me hicieron un motón de pruebas más y todo salió bien, solo que me dejaron un día en observación para comprobar que la evolución era positiva. El domingo me dieron el alta y pude irme al hotel y retomar el plan de viaje junto con el Mapre Aspar Team. llegando finalmente el martes a medio día a Valencia. Nunca lo he pasado tan mal. Un viaje de tantas horas sin poder dormir por el dolor y la incomodidad del avión É coger el sofá y la cama de mi casa fue el mejor regalo del Mundo. El mismo martes por la tarde vino a visitarme Alfonso, mi fisioterapeuta de confianza, y estuvo más de hora y media conmigo: tendríais que haber escuchado como crujían las articulaciones. El miércoles en la Clínica Gastaldi para terminar de comprobar que todo funciona bien. Y ayer rumbo a Viena para desplazarnos hasta Brno por carretera. Realmente estoy fastidiado; un poco "tieso" pero los entendidos me han dicho que es normal después de una caída tan violenta y que iré a mejor durante el fin de semana. Volver a correr en Brno me motiva un montón pues es uno de mis escenarios favoritos en el Mundial.