"Impensable. Ni yo ni nadie pensamos jamás que veríamos jugar aquí en Llagostera al Valencia. Hasta la llegada de Oriol Alsina y su señora Elizabeth Tarragó era impensable imaginar que Llagostera viviría una fiesta de este tipo", según el doctor Pompeu Pascual, un indiscutible protagonista de la historia de las últimas seis décadas de Llagostera. No sólo por sus 48 años como médico en el pueblo, sino también por una amplia actividad intelectual y social. Pintor, coleccionista de arte y de un millar de ediciones del Quijote de Cervantes en innumerables lenguas, con diferentes libros publicados, poeta, conversador incansable... El actual Presidente de honor del Llagostera califica de "histórico" el partido de esta noche. "Es un hecho que permanecerá, hay gente que podría decir que estuvo en la fundación del club en 1947 y otros en este partido", incidía Pascual.

Unos ingresos extra

Para Pascual el tándem entrenador-presidente es algo que debería exportarse a otros clubes de fútbol. "Que el entrenador y la presidenta sean matrimonio es algo insólito que se debería estudiar", explicaba. La presidenta del club, Isabel Tarragó, cree que este partido será recordado "como algo grande" en Llagostera y espera que el pueblo "disfrute de él". Para Tarragó los ingresos que se obtengan "serán muy importantes" para cerrar el presupuesto de la temporada. La eliminatoria contra el Valencia es para el Llagostera el premio a la perseverancia, puesto que la temporada pasada quedó a las puertas de poder jugar contra un equipo grande. Los gerundenses han tenido que adaptar sus instalaciones a la demanda del partido, con lo cual el campo podrá recibir a 2.500 espectadores gracias a las gradas suplementarias que han sido montadas para la ocasión. El alcalde de Llagostera, Fermí Santamaría, reconocía ayer que aunque un Real Madrid o un FC Barcelona hubiera significado más entradas vendidas pero también les hubiera obligado a cambiar de campo, al no poder atender las peticiones. El campo del Llagostera tiene capacidad para unos 600 espectadores. Ahora, unos 1.800 podrán estar sentados, y el resto podrán seguir el partido de pie.

Enric Pi, el delantero que se enamoró del Valencia de Romario

Enric Pi, delantero del Llagostera, saltará hoy al terreno de juego con el corazón partido. El jugador es un confeso valencianista, que se enamoró del equipo de Mestalla en la época de Romario. Para los jugadores del equipo catalán hoy se presenta una oportunidad de lujo de lucirse, y por televisión. Nadie, en el vestuario del Llagostera, teme a la cita, que aguardan con ansia. José Sánchez Moragón, "el portero de la Copa", como se le ha etiquetado desde que la temporada comenzó aseguró no estar nervioso. Ya sabe lo que es enfrentarse a un grande, porque la temporada pasada, defendiendo al la portería del Hospitalet, jugó contra el Barça en la competición del KO y fue capaz de parar a Messi y compañía. Así, asegura que le sobra confianza para repetir esa actuación esta noche, aunque esta vez espera que el marcador sea favorable. "Es un partido especial. No sé si lo jugaré pero si lo hago, perfecto. He vivido experiencias así, y si no me he puesto antes nervioso, no lo voy a hacer ahora", manifestaba el meta el balear. Todos profesan un porfundo "respeto" al Valencia, pero dejan la puerta abierta al milagro. "Es un momento para disfrutarlo, eso es obvio. Pero no vamos a relajarnos. Nuestro objetivo es hacer un buen papel y tratar de pasar. ¿Por qué no...?". "Queremos mantener vivo el sueño", o "haremos el partido de nuestras vidas", son estos días las frases más escuchadas, porque el Llagostera recibe al Valencia con la intención de calcar las gestas de Mirandés, Alcorcón, Real Unión o Figueres y dar el primer paso para la clasificación a octavos de final. Se agarran a la historia de los últimos años, en los que algún grande acaba estrellándose contra un Segunda B, como el conjunto catalán.

m. verdaguer llagostera