Juan Ignacio Martínez cambió varias piezas claves de la alineación en el encuentro ante el Barça y, al margen de la motivación por jugar en el Camp Nou, el equipo mostró un rendimiento mayor al de las anteriores. El debate se centraría ahora en un aspecto exclusivamente deportivo si no fuera porque dos de los hombres que dejaron la titularidad son parte de la columna vertebral del vestuario. Es el caso de Munúa y, sobre todo, Ballesteros. El capitán se ha convertido no solo en un tótem de la plantilla, sino en uno de los jugadores más importantes de la historia del Levante. Pero además de su importancia simbólica, el capitán es un jugador de fútbol cercano a los 38 años que muestra altibajos en el juego.

El asunto estriba en que, hasta ahora, su titularidad había sido incuestionable. Sin embargo, la eficacia mostrada por su sustituto, Loukas Vyntra, unida a otros cambios que vienen produciéndose esta temporada, plantean una cuestión trascendental: ¿va a comenzar ya un relevo de jerarquías en el campo? Pero, sobre todo ¿cómo gestionará este proceso el vestuario?

El caso de Ballesteros no es único. Gustavo Munúa es otra de las voces autorizadas dentro del vestuario, algo que hasta ahora tenía su reflejo en el campo como portero titular inamovible. Ahora que esto último peligra cabe esperar la reacción del jugador de puertas adentro, que ya se sintió molesto cuando JIM otorgó la titularidad a Keylor Navas en la Liga Europa. Juanlu es otro de los que ha cedido el testigo dentro del ´once´.

Quizás su caso sea el más representativo dentro de esta transición. El extremo andaluz es otro de los protagonistas de la última edad de oro granota, y esta temporada vio que perdía su lugar entre los titulares ante la efervescencia del canterano Rubén García. Pero Juanlu no solo ha sido relegado al banquillo, sino que en el último partido también se quedó fuera de la convocatoria. Del núcleo duro de veteranos, únicamente Juanfran parece tener el puesto asegurado en este momento.

Otra cuestión fundamental estriba en averiguar quiénes asumirían ese liderazgo en el campo. Parece evidente que el Levante del futuro pretende gravitar en torno a la figura de Iborra „así lo remarcó el propio presidente de la entidad„ siempre que el mediocentro decida seguir en el club que le ha formado. Puede, además, que sean otros canteranos como el propio Rubén García quienes vayan asumiendo galones en próximas temporadas. En este nuevo capítulo en el club levantinista hay varios actores que tendrán un papel fundamental „jugadores al margen„ y deberán asumir que no se trata de un simple cambio de cromos. El primero de ellos es el propio entrenador, Juan Ignacio Martínez, que se encuentra ante un panorama en el que los líderes del vestuario pierden el protagonismo dentro del campo. Ahí es donde se verá su capacidad de gestionar la sensibilidad de los héroes de este Levante. Parece complicado, en cualquier caso, que esta transición quede exenta de polémica, debido al distanciamiento progresivo del entrenador con alguno de los pesos pesados, más cuando ni siquiera el futuro de JIM al frente del equipo se puede dar por seguro a día de hoy. Con JIM o sin él, quienes tendrán que gestionar este relevo también serán Manolo Salvador y Quico Catalán. El presidente de la entidad siempre ha apostado por la diplomacia y su papel de mediación entre plantilla y entrenador será clave en el futuro próximo.