La empresa auditoria KPMG recogió ayer, en las oficinas del Valencia, la documentación requerida para iniciar la auditoría externa del club solicitada por la Fundación. Estos documentos no habían sido entregados en la primera visita que los representantes de KPMG realizaron a la sede del club el pasado 22 de mayo. El consejo de administración, de carácter interino, se había negado a facilitar los datos con el argumento de que la labor había sido encomendada por el patronato y que se negaba a hacerse cargo de los 180.000 euros de su coste.

La situación sobre el inicio de la «due dilligence» „es una auditoría que profundiza en varias partidas „ quedó ayer desbloqueada, a la espera de que la empresa KPMG comunique a la Fundacion si los papeles recogidos son suficientes para realizar el informe. El patronato que dirige Aurelio Martínez insistió, desde su reestructuración, en la necesidad de auditar los números del Valencia para atender los distintos frentes abiertos que tiene el club, especialmente las obras del nuevo estadio. El responsable económico del órgano rector del máximo accionista necesita, ha asegurado repetidamente, la elaboración de la «due dilligence» para las negociaciones con los inversores interesados en la explotación comercial del recinto.

Tanto desde la Fundación como desde el Valencia quedó claro ayer que KPMG recogió ayer la documentación solicitada con normalidad. Al patronato, que el próximo martes, 4 de junio, elegirá nuevo consejo de administración en la junta extraordinaria de accionistas, le interesan especialmente todos los datos urbanísticos, fundamentales para cerrar acuerdos con posibles inversores.

La pasada semana se levantó la polémica, después de que el patronato diera a conocer a sus miembros la carta remitida por la empresa auditora, en la que informaba de la negativa del club a entregarle todos los documentos solicitados, El club lo negó y aclaró que se trató de un malentendido, ya que sólo había pedido la confindencialidad de estos datos. También hubo desencuentro con respecto a quién se haría con el coste de la auditoría, que se eleva a 180.000 euros, un dinero que saldrá, en todos los casos, de las arcas del Valencia.