De regreso de las vacaciones, al presidente de la Fundació VCF, Aurelio Martínez, se le presenta una agenda colmada de compromisos. Uno de los que más preocupa es el de la ejecución de la sentencia por la cual se libera a la Generalitat Valenciana del aval del préstamo de 75 millones que Bankia -en 2009 Bancaja-, otorgó al patronato para que pudiera completar la ampliación de capital del Valencia y convertirse en dueño del club. Si el caso, en el tejado del TSJ, no se resuelve antes del 27 de agosto, día en el que vence la obligación de pago de los intereses de 4'8 millones, la entidad financiera podría ejecutar la garantía de las acciones y convertirse en propietaria.

En ese supuesto, el Valencia funcionaría, de facto, como un club en ley concursal. No se reuniría la concreción jurídica, ya que además el club afronta con religiosidad todos los pagos que adeuda, pero la situación generada sería muy parecida a la de los clubes intervenidos. El poder del club, con la mayoría de la titularidad de las acciones, pasaría a Bankia, que es el máximo acreedor -se le deben 219 millones de euros-. El dominio de la sociedad pasaría a manos de una especie de "troika", y las decisiones, según fuentes financieras consultadas por Levante-EMV, se tomarían resguardando los derechos del acreedor. También se vería afectada la independencia del consejo o la Fundación.

Sin embargo, desde el patronato no se cree que se llegue a esa tesitura. La Fundación defiende que el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 reconoció que el aval como tal no existe y se mantiene la confianza de que Bankia no ejecute la única garantía de la titularidad de las acciones y opte, como el año pasado, por conceder una prórroga de seis meses, habida cuenta de que en el mes de agosto la Fundación sólo reunirá 1'5 millones de euros. De fondo se sigue pensando que a medio plazo el TSJ reponerá el aval en el Consell.

Entre los asuntos más urgentes, la Fundación espera recibir en los próximos días la documentación relativa a la auditoría de compra realizada por KPMG, decisiva para poder negociar con los inverosres interesados en acabar las obras del futuro estadio. Aurelio Martínez tiene pendiente un encuentro con KPMG, previo a la presentación de las conclusiones de la "due diligence" en la reunión del patronato del 30 de julio.

TES finalizará la ATE

Paralelamente, el Valencia ha adjudicado a la empresa valenciana de ingeniería y consultoría TES la finalización de la ATE, la Actuación Territorial Estratégica de los dos estadios, una tarea pendiente desde el convenio Newcoval. Una documentación clave para las posibilidades de negocio de los dos campos, a expensas de las necesidades y planes del inversor.