Paradojas del fútbol: en una primera parte muy floja y angustiosa, un agobiado Valencia le marcó dos goles al Barça; sin embargo en la segunda no vio portería, pese a que estuvo más entonado y hasta llegó a plantarle cara a su temible rival. Conclusión: el gol, muchas veces, es un episodio aislado, un lance singular que se produce independientemente del juego realizado. De manera que si nos atenemos al futbol fabricado por cada uno de los contendientes del domingo en Mestalla, el partido bien pudo acabar 3-5 o 4-6.

La distancia entre la máquina colectiva del Barça, y el desastroso deambular del Valencia durante la primera mitad, o el voluntarioso equipo de la segunda, sigue siendo enorme. De diez veces que se midan con las actuales prestaciones de cada cual, el Valencia podría ganar en un par de ellas, como mucho. Todo lo demás es no querer ver la realidad. El mejor futbolista actual de Djukic, sería suplente en el equipo de Martino; en cambio, casi todos los futbolistas no utilizados por el «Tata», tendrán cabida inmediata en Mestalla. Así que no cabía esperar milagros.

Eso sí: se deben exigir comportamientos más acordes con las circustancias de cada cual. Por ejemplo, habría que reclamarle a Djukic que transmitiera a sus defensas los muchos conocimientos que él mismo poseía y, además aprendió, de como se acoraza el área propia. El serbio fue un modelo de comportamiento en ese sentido y además tuvo excelentes maestros en la materia: Arsenio Iglesias, Claudio Ranieri, Héctor Cúper un experto artesano armando zagas casi impenetrables Rafa Benítez... De toda esta gente, a Djukic, que no parece tonto, algo se le debió quedar. Y con poco que acertara a enseñarles a sus discípulos, el VCF experimentaría una considerable mejoría. Pero no hay manera. Ya sabemos que esta retaguardia de ahora no posee el nivel de los Anglomá, Ayala, Pellegrino, Carboni, Bjorklund y compañía. Pero el año pasado sin ir más lejos, con Ernesto Valverde, esta misma zaga, con otras combinaciones, acabó funcionando. Ahora, ha vuelto a las andadas. Igual que sucedía con Pellegrino, es un auténtico desastre. El VCF está en regresión. Y el rat penat que voló del escudo, sigue en paradero desconocido. Esto no carbura.