Lo confieso. El técnico del Valencia me tiene desconcertado. La idea de buen fútbol no tiene que ser sinónimo de temeridad. Y por momentos el equipo se desangra por una defensa endeble: endeble en el mismo centro de la defensa y endeble en cuánto al apoyo que recibe del centro del campo. Para jugar bonito, lo primero, es mostrarte sólido. Y el Valencia, en este arranque liguero, da la impresión de que tiene mejores argumentos sentados en el banquillo para lograr ambas cosas. Con Mathieu en el centro de la defensa el Valencia gana seguridad y transiciones: el francés sabe salir con el balón jugado. Y con Parejo actuando como fiel escudero de Banega no fiamos todo nuestro "juego bonito" a la inspiración de Banega. Parejo sabe tocar y defender. Lo aprendió a hacer con Valverde la pasada campaña.

En construcción. Djukic sabe lo que quiere pero da la impresión de que todavía no sabe bien lo que tiene. Sabe qué fútbol quiere ofertar pero en tan sólo tres jornadas ha tomado un montón de decisiones contradictorias... como si no tuviera claro qué jugadores forman su columna vertebral. Y sí, yo sigo creyendo en Djukic... pero debe mejorar. El planteamiento que hizo en la primera parte ante el Barça es propio de un equipo grande, hecho, cuajado, y a este Valencia aún le faltan muchas cosas para estar a esa altura. El suicidio fue de órdago. Y la reacción, como sucede tantas veces, resultó insuficiente.

La tercera plaza. Sin ánimo de ser pesimista, no quiero ser pesimista ni lo soy. Pero el realismo no hace daño a nadie. Cierto es que llevamos tan sólo tres jornadas de Liga y eso es muy poco para todo. Pero viendo a los demás equipos, al margen de la diferencia que existe entre Barça y Madrid con el resto, yo veo a otro equipo mucho más trabajado y con un rendimiento mucho más contundente que el del Valencia. Me refiero al Atlético de Madrid (al margen de los equipos sorpresa que florecen en cada temporada) que de la mano de Simeone ofrece una sensación de potencia y de saber lo que se lleva entre manos que está a años luz del Valencia. Así pues pensar en la tercera plaza es mucho pensar. ¿Pesimista? Que no, que no, que con ver dos partidos seguidos del Atleti te das cuenta enseguida de la diferencia.

Un pequeño apunte. Bien, pese a tener sólo tres puntos de nueve posibles, sigo pensando que el equipo de fútbol es de lo más fiable de este Valencia. Si lo comparamos con la gestión de la deuda, ese aval/no aval que aparece y desaparece como el Guadiana y los líos que acontecen entre Bankia, Generalitat, la mercantil y la Fundación de Aurelio "el islandés", no me negarán que esos tres puntos incluso nos deben saber a gloria. Queda tanto por hacer...