El actual consejo de administración deberá tener cuidado con la fórmula que se va a aplicar para lograr que la Fundación ingrese en los próximos tres años unos 4,7 millones de euros aproximadamente. Al menos, eso aseguran los anteriores rectores del club. Desde la directiva de la anterior Fundación defienden que no existe ninguna fórmula para evitar la asistencia financiera o incurrir en un delito de mala administración entre empresas.

Sostienen que ellos lo intentaron desde todos los ángulos y no lograron ninguna solución. El Valencia, recuerdan, es una sociedad anónima y la Fundación es una entidad independiente; el Valencia, por tanto, no puede beneficiar al accionista mayoritario en detrimento del minoritario. Cualquier fórmula que incurra en ello será, avisan, asistencia financiera. Desde la dirección de la anterior Fundación advierten que, dos prestigiosos despachos de abogados, de varias ciudades trabajaron buscando las fórmulas que permitieran al club traspasar dinero a la Fundación y ambas coincidieron en determinar que todas las fórmulas, por uno u otro motivo, incurrían en asistencia financiera y en mala administración societaria, ya que el pago de 1,6 millones a la Fundación se considera desproporcionado para cubrir funciones como metodología de trabajo para la cantera. Solo en una de ellas, apuntan estas fuentes, se ajustaba a la legalidad, con el reparto de dividendos entre accionistas, pero que sin embargo tenía una complicada proyección a la práctica.

Nerviosismo en Salvo, apuntan

Por otro lado, las críticas vertidas ayer por Amadeo Salvo se intepretan desde el anterior consejo de administración como un signo de nerviosismo, al ver que la situación «no ha remontado significativamente» en los tres primeros meses de gestión. En los antiguos gestores se cree que el discurso de la actual directiva tiene una buena exposición teórica, repleta de intenciones, que no se corresponde con la realidad de un sector como el fútbol y con la coyuntura económica actual.