Michael Laudrup interpretó ayer el papel que más le conviene al Swansea. Tiró de historia para enumerar todas las razones por las que el Valencia es el favorito para pasar a dieciseisavos de final de la Liga Europa como primero de grupo, y trasladó toda la presión a los locales. El Swansea, hace dos años en Segunda, se toma el torneo como una experiencia para disfrutar: «Jugamos ante el mejor equipo del grupo, fuera de casa, por lo que hay mucho que ganar y poco que perder. El Valencia para mí es uno de los grandes, ha sido durante muchos años el tercer equipo de España y hace una década ganó dos ligas y jugó dos finales de Champions».

La mala racha del Valencia, más que una ventaja, llega a desconcertar a Laudrup, que no sabe con qué rival se encontrará: si un equipo con una depresión más agudizada o un conjunto con el orgullo herido, con ganas de revancha: «Tengo un par de interrogantes, primero saber qué equipo jugará porque ha sacado varios once diferentes, y después veremos qué cara da el equipo».

No obstante, recordó en varios momentos de su comparecencia lo mucho que se juega esta semana el Valencia: «Creo que los jugadores del Valencia ya saben que es un momento difícil y que en estos dos próximos partidos en casa están obligados a ganar, por eso mis jugadores deben estar atentos desde el minuto 1 porque si no, lo podemos pasar realmente mal», añadió.

Laudrup, muy comprensivo con el mal momento que está pasando Djukic, quitó peso a que el factor ambiental se pueda volver en contra del Valencia y señaló como clave del encuentro la posesión de la pelota: «Somos dos equipos que estamos acostumbrados a tener el balón, lo necesitamos, esa será una de las claves, más que lo que suceda en la grada. ¿Djukic? si eres entrenador de un equipo grande debes asumir que siempre hay presión».