Fue un partido que se escribirá con letras de oro en la historia del Villarreal y no por el juego amarillo, ni por protagonizar el mejor arranque liguero, ni por mantenerse entre los cuatro mejores equipos de la Liga BBVA. El submarino logró anoche el triunfo número 200 en Primera División justo el día en que se cumplían 500 partidos en la máxima categoría. Por si fuera poco, el gol de Pereira tras el descanso significó el tanto 400 del conjunto amarillo en Primera. La noche fue redonda en un Madrigal entregado.

Hasta cuatro cambios introdujo Marcelino García Toral respecto al onde que saltó en Balaídos el domingo. La principal novedad llegó en el centro de la zaga, donde el preparador asturiano decidió dar descanso a Dorado, quien cuajó un gran encuentro ante el Celta. Con Gabriel fuera de la convocatoria, fue el joven Pablo Íñiguez el que tuvo su oportunidad.

También hubo cambio en el doble pivote, donde Pina fue el compañero de Bruno, mientras que Triguero se quedó en el banquillo. Los que resistieron el once, a pesar de retirarse con molestias en el último partido, fueron Cani y Gio dos Santos, a quien en esta ocasión le acompañó Perbet y no Pereira. La última novedad en el once fue la entrada de Hernán Pérez, que dio descanso a Aquino.

El entrenador confía en su banquillo y ayer lo demostró dando descanso a algunos de los futbolistas con los que había contado de forma habitual. El Villarreal va a jugar tres partidos esta semana y era necesario dosificar fuerzas. La apuesta del técnico evidenció que esta plantilla está equilibrada y que el cambio de cromos no afecta al resultado final.

No pudo empezar mejor el partido para el submarino, que solo necesitó 30 segundos para ponerse por delante en el marcador. Un centro desde la banda de Hernán Pérez lo tocó con la cabeza Cani para dejársela a Perbet, quien fusiló al meta del Espanyol para anotar el tanto más rápido de la historia del submarino en Primera.

El gol allanó el camino a un Villarreal que, aunque fue superior durante los primeros 45 minutos, no supo cerrar el partido. Como ya ocurriera con Diego López y Yoel, ayer Casilla fue el protagonista de la noche, al detener tres balones decisivos. El primero de ellos fue al cuarto de hora. Una buena combinación entre Cani y Bruno en el centro del campo terminó con el balón en las botas de Jaume Costa quien cedió a Gio. El mexicano se dio la vuelta dentro del área, superando a la defensa, pero su disparo se encontró con el meta del Espanyol. La volvió a tener el mexicano en el tramo final y también Mario, con un disparo que golpeó en Raúl Rodríguez, pero de nuevo Casilla evitó el segundo.

El Espanyol salió más enchufado tras el descanso y pudo igualar con un disparo de Thievy. Vivía sus momentos más bajos el conjunto amarillo y por eso Marcelino decidió mover ficha y dio entrada a Aquino y Pereira. No le pudo salir mejor la jugada al técnico del Villarreal, que poco después veía como su equipo marcaba el 2-0. Cani, pletórico un partido más, se sacó un centro al corazón del área para que Pereira anotara el segundo.

El tanto de Sergio García a diez minutos para el final puso emoción a un duelo vibrante en el que el submarino demostró que sigue avanzando con paso firme en este arranque de temporada. Se mantiene invicto y entre los cuatro primeros de la Liga.