La selección española de hockey sobre patines se proclamó este sábado, por quinta vez consecutiva y decimosexta en su historia, campeona del mundo tras superar a Argentina por 4-3 en Luanda (Angola) en un partido muy igualado que se resolvió en los últimos minutos, correspondiente a la final de la 41 edición del Campeonato del Mundo.

Los protagonistas de tres de las últimas cuatro finales de los mundiales ofrecieron un excelente partido, demostrando una vez más la gran calidad de sus jugadores, y, aunque España llegó al descanso con ventaja de dos goles, gracias a dianas de Adroher y Bargalló, el primero un golazo de media vuelta desde el vértice del área, nunca Argentina pareció sucumbir al juego español.

Con la entrada de Platero y el veterano Carlos López, el equipo sudamericano mejoró en ataque y mandó más que España en el segundo tiempo, aunque fueron los españoles quienes gozaron de mayor suerte hasta lograr el 3-0, resultado que marcó un cambio drástico en el partido.

Argentina no se rindió, sacó toda su fuerza en ataque, y fruto de ello Nicolía abría la brecha del meta Fernández con el 3-1, e incluso se permitió, mediante Jiménez, desaprovechar una falta directa a cinco minutos de la conclusión.

En la recta final, los albicelestes, en dos jugadas consecutivas, pusieron las tablas en el luminoso con goles de un inspirado Platero, aunque, pese a quedar dos minutos de encuentro, no hubo tiempo ni para la alegría en las filas argentinas, pues el capitán Pedro Gil logró el definitivo 4-3 pocos segundos después, haciendo inútil la tardía reacción de los argentinos.