En una entrevista dijo que los tres pilares de su vida eran los enfermos, la mujer y el motor. ¿Cómo los compagina?

Haciendo malabares (ríe). He estado muy activa después de mi nuevo arranque. Soy miembro de la Comisión de pilotos de la FIA, y de la Comisión de la mujer. Además, acudo con bastante asiduidad a la Fundación.

¿Ha conocido alguna experiencia que le haya marcado especialmente?

Tengo un montón, y muy cercanas. Una muy especial es precisamente de una valenciana. Conocí a Laura en el Gran Premio de Valencia. Tuve mi accidente un 3 de julio y ella sufrió un ictus el 3 de octubre. Nos volvimos a reencontrar después de nuestros sendos cambios de vida y nos hemos apoyado mucho. También recibo muchos mails de gente que me dice «aunque no lo sepas, tú me has ayudado». Todas las historias te llegan.

¿A qué nivel quiere vincularse al mundo del motor?

De momento en el que me dejen. No lo puedo decidir yo, con todas las secuelas que me han quedado. Antes era muy difícil como mujer en un mundo de hombres, pero ahora lo es más difícil como mujer tuerta. Ya veré si algún día puedo volver a pilotar pero si lo vuelvo a hacer será sobretodo para mí.

¿La mujer avanza en este mundo de hombres?

Poco a poco. Está costando, pero un buen «termómetro» es que cada vez hay más niñas en el karting, la categoría base, y eso nos puede dar esperanza. Hay mucho trabajo todavía. Lo único que queremos las mujeres del mundo del motor es la igualdad de oportunidades, y que cada uno demuestre lo que vale.

Una persona como usted, que ha vivido un trance como el de 2012, ¿Cómo ve ahora asumir riesgos?

Yo lo veo igual que lo veía. No ha cambiado nada. Cuando subes a un coche sabes a lo que te expones. Por supuesto no lo estás pensando todo el rato, piensas que todo está bajo control porque trabajas mucho en ese detalle. Si volviera a nacer volvería a estar subida a un coche. Los momentos malos han valido la pena, es parte de mi historia, y estoy muy orgullosa.

¿Cómo se ve ahora María de Villota frente al espejo?

Me veo diferente. Reconozco que sin parche ni me miro. Cuando me hago curas lo hago los más rápido posible. Me siento completamente identificada con esta «pirata».

¿Qué significado tiene la estrella para usted?

Es el símbolo de la gente con suerte, y con estrella. Antes la ponía siempre en mi casco, porque me daba la sensación de que tenía la suerte de mi lado, y cuando vi lo que me pasó pensé «igual me equivoqué y no era así», pero luego me di cuenta de que no. Estaba viva y era una afortunada. Ahora la estrella tiene que ir para otros.