­Acostumbrado a que con trabajo los resultados llegaban con más o menos recompensa, Nico Terol andaba descolocado en los últimos meses porque ni con su incansable dedicación conseguía remontar su marcha en el Mundial. Pasó de pelear por la victoria y el podio a principio de año, a tener que sudar para conseguir meterse en la zona de los puntos. En el GP de Aragón, el pasado fin de semana, el piloto alcoyano, campeón del mundo de 125 cc en 2011, volvía a lo más alto del podio y acaba con su mala racha. Su resurrección se basa en tres claves, que por orden de importancia para él mismo son: la posibilidad de trabajar más en la moto con un entrenamiento privado, el inicio de un tratamiento para combatir su intolerancia a la lactosa y la superación del duro golpe que fue perder a su tío Inda, mentor en sus primeros años de competición.

El Team Aspar convocó a principios de la semana anterior al GP de Aragón unos entrenamientos en Alcarràs (Lleida), donde Terol batió el récord de la pista pero, lo más importante, encontró el camino para mejorar su Suter de Moto2. «El entrenamiento se ha notado mucho. Cuanto tienes una moto crítica, que va bien, pero que es muy sensible a los cambios, necesitas entrenamientos para ponerla bien. Yo soy un tío muy currante y estos entrenamientos me ayudan muchísimo. He trabajado en la moto y he encontrado cosas que me permiten tener más tanto a la hora de abrir gas», explicaba sobre esta crucial prueba.

Tanta confianza le transmitió la moto en estos entrenamientos que llegó a Motorland muy «enchufado», dominando todos los entrenamientos „menos el segundo libre„ y la carrera.

De su intolerancia a la lactosa informó en exclusiva Levante-EMV tras el GP de Gran Bretaña, cuando Terol se sometió a unas exhaustivas pruebas en la Clínica Dexeus de Barcelona en la que hicieron el hallazgo. Una alergia que como Terol explicó entonces le provocaban una extraña fatiga a final de las carreras. «Era como lo que le pasaba a Stoner», llegó a explicar. El problema está en vías de solucionarse. «Lo de la intolerancia a la lactosa aún estamos trabajando en ello. He mejorado un poco, pero aún no está resuelta la cosa. Por ejemplo, en la carrera de Aragón no me afectó nada. Hombre, me cansé porque la tensión misma de la carrera, pero no por este motivo», señaló a este periódico tras su triunfo en Alcañiz.

Por último, Nico Terol reconoce que el fallecimiento de su tío Inda antes del GP de Italia fue un golpe muy duro. Aunque aquel duelo lo convirtió en rabia para subir al podio en Mugello y dedicarle aquel resultado, posteriormente vivió una crisis anímica. «Los problemas familiares también me han afectado, y todo esto ha provocado que no estuviera como debería. He intentado estar centrado como siempre, pero no lo he conseguido, o al menos no como yo quería», se sinceraba.

Pero Terol parece tenerlo todo bajo control y eso le convierte de nuevo en un claro aspirante al podio en cada carrera de Moto2. Sin embargo, tras la amarga experiencia vivida, no acaba de fiarse: «Estar todas las carreras que quedan en el podio es complicado. Igual llegas a la siguiente y no encuentras la tecla? Pero creo que ya lo hemos superado».