El Villarreal vivió en El Madrigal su propia noche de Halloween. Un grave error de Asenjo a los cinco minutos propició el 0-1 de Ciprian, que sirvió al Getafe para volver a llevarse los tres puntos de El Madrigal. La expulsión de Íñiguez al filo del descanso terminó de condenar a un equipo que, a pesar de ser superior a su rival, no fue capaz de darle la vuelta al marcador en 85 minutos. Sarabia en una contra en el tiempo añadido cerró un partido para olvidar.

Marcelino García Toral decidió introducir cambios en su once para evitar el cansancio ante la acumulación de partidos. Sentó el preparador asturiano a dos de los grandes protagonistas de la goleada ante el Valencia, Hernán Pérez y Uche. Aquino ocupó el lugar del primero por la izquierda, mientras que Perbet se convirtió en la referencia en el ataque junto a Gio dos Santos. Pero no fueron las únicas novedades, ya que Pablo Íñiguez entró de inicio en el centro de la defensa y Pina acompañó a Bruno en el doble pivote.

Cuando el submarino aún no se había ubicado sobre el terreno de juego, llegó el primer jarro de agua fría. Un grave error de Asenjo facilitó que el Getafe se avanzara en el marcador. Musacchio cedió el balón al meta amarillo, quien tras hacerse un lío con el esférico cayó al suelo. El resbalón lo aprovechó Cirpian para marcar el 0-1. La carrera de Pablo Íñiguez no impidió que el balón cruzara la línea de meta.

El conjunto de Luís García ejerció mucha presión al centro del campo y al Villarreal le costaba demasiado salir con el balón controlado. El error en el gol condicionó el juego de los defensas en estos primeros compases del encuentro, en los que Íñiguez y Musacchio se mostraron más nerviosos de lo habitual.

Fue Gio el que lideró el resurgir del conjunto amarillo, abriendo espacios y complicando la vida al equipo madrileño. El mexicano cogió el balón en su campo y se cruzó todo el terreno de juego agarrado por un rival, el balón llegó a Cani, pero el centro del aragonés terminó en un remate desde la frontal de Bruno, que fue desviado desde el suelo por un defensor. En la siguiente jugada, de nuevo Gio se plantó solo ante Moyà, pero el disparo del mexicano salió rozando el palo de la portería del Getafe.

El Villarreal se había hecho con el mando del partido y estaba volcado sobre la puerta rival. Solo faltaba el gol, que se resistía a pesar de los méritos y ocasiones de los de Marcelino García Toral. A la media hora fue de nuevo Gio el que tuvo el gol en sus botas, pero Valera sacó la pelota sobre la misma línea de gol.

Sin duda, no era la noche del Villarreal, que a cinco minutos para el descanso se quedaba con un hombre menos por la expulsión de Pablo Íñiguez. Cirpian desbordó por velocidad al central, quien derribó a su rival en el borde del área. No lo dudó el colegiado que mostró la roja al joven defensa amarillo.

El técnico local decidió dar entrada a Chechu Dorado tras el descanso para apuntalar el centro de la zaga, pero el andaluz no estuvo ni siete minutos sobre el terreno de juego y se marchó lesionado. El dominio fue siempre amarillo ante un atrincherado Getafe, que esperaba matar el encuentro al contragolpe. Y pudo hacerlo en el minuto 70 en una acción en la que Diego Castro falló ante Asenjo.

Al final, llegó el 0-2 en el tiempo añadido después de que Sarabia picara el balón sobre el meta de un Villarreal, que cayó presa de sus errores y volvía a sufrir una derrota en casa seis meses después.