A Djukic la sonrisa le dura poco, aunque trate de forzarla. Ayer, de nuevo, su rostro reflejaba contrariedad porque el empate, ante su exequipo, le dolió mucho. También el comportamiento en el campo de sus jugadores cuando Mestalla mostraba su descontento con el juego del equipo. «Si no tienes huevos no puedes jugar ni entrenar en Mestalla. Hay que saber lidiar con esto y ser capaz de jugar en estas circunstancias, si no, no eres jugador o entrenador para el valencia», afirmaba visiblemente molesto con la actuación de los suyos ante el Valladolid. Y es que, a su juicio, los errores cometidos ayer eran evitables. «No es cuestión de trabajo o tácticas, sino de concentración y de estar metido en el partido. Ir por detrás en el marcador, obliga a ir justificándote y todo se pone cuesta arriba. Hay que mejorar en concentración», incidía. «Es difícil ganar un partido si damos tantas facilidades. Hemos estado endebles en defensa y así es difícil ganar. Es la tónica y así no se puede seguir. Estamos regalando muchos puntos porque cada vez que nos llegan nos marcan», lamentaba. «Los equipos funcionan bien en ataque si son sólidos en defensa. Sin eso, es imposible crecer y eso le pasa a cualquier equipo como al Barcelona», ejemplificaba. «Debemos estar más concentrados. Cometemos errores evitables y eso no es por una cuestión de trabajo sino de concentración», reiteraba. «En St. Gallen éramos uno contra cuatro y recibimos un gol. Así no podemos seguir», avisaba con un gesto de contrariedad. «Los nervios precipitan a los jugadores y de ahí llegan los errores y la frustración de que el equipo no consigue los resultados esperados», aducía. «Para ganar no hay una fórmula mágica, es cuestión de concentración», lanzaba. «Nos cuesta llegar y crear oportunidades. Hay que seguir trabajando. Ir por detrás en el marcador nos crea precipitación y hace que salgan los nervios. Debemos recuperar la fortaleza defensiva, la solidaridad y el estar juntitos, pero sobre todo hay que estar concentrados».

Respecto al cambio de Banega, el técnico justificó que, «lo dejé en el banquillo porque Sergio es más ofensivo y tiene más llegada que era lo que necesitábamos». «A Ever le silbaban y estaba nervioso», reconoció.

¿Pedirá refuerzos para enero?, le preguntaron. Y Djukic fue tajante: «Entreno al equipo que tengo y busco sacar el máximo rendimiento de ello. No voy llorando de qué quiero». ¿Pero el equipo entiende a Djukic?, le insistieron, y él, molesto, dijo: «Yo puedo indicar qué hacer o buscar culpables pero así no se llega a ningún lado. Hay que mejorar si queremos sacar buenos resultados. No hay más». El técnico aseguró que tiene la «conciencia tranquila» de su trabajo y, respecto a un cambio en la defensa y pasar a jugar con tres centrales, respondió: «Es como si fuera una manta, si tapas los pies, sacas la cabeza. Yo busco el equilibrio y ser un equipo que sepa defender y atacar. Hay que mejorar. No es cuestión de sistema ni de estilo sino de trabajo», remarcaba.