En los últimos años el número de personas interesadas en participar en carreras a pie ha crecido exponencialmente, desde carreras populares hasta maratones.

Correr un maratón es la prueba más dura debido a que son 42 kilómetros de carrera lineal en la que cualquier error o problema, por pequeño que sea, puede afectar de manera decisiva en el transcurso de la carrera. Por ese motivo, desde el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) se ha creado un decálogo con recomendaciones podológicas básicas.

Seguir estos consejos es importante porque el gesto deportivo del corredor es sencillo pero muy repetitivo, lo que favorece la aparición de lesiones por microtraumatismos tanto en la piel como en las uñas, así como en el resto del aparato locomotor.

Desde el ICOPCV se ha señalado que entre las lesiones agudas más frecuentes destacan la aparición de ampollas, hematomas subungueales y uñas encarnadas. Mientras que las lesiones crónicas responden principalmente a sobrecargas musculares y articulares causadas por factores internos como problemas en la alineación corporal y el exceso de pronación del pie y factores externos como utilizar una zapatilla inadecuada. De esta forma, las dolencias más comunes son la fascitis plantar (inflamación que produce dolor en la parte media plantar del pie o el talón), la periostitis tibial (inflamación de la membrana que recubre la tibia), la tendinitis del músculo tibial posterior, la tendinopatía Aquílea (inflamación del tendón de Aquiles) y las metatarsalgias (dolor en la almohadilla plantar).

Estos son los consejos:

1. Para prevenir los hematomas en las uñas, éstas deben cortarse unos días antes de la carrera para evitar al máximo que se produzca un exceso de presión y la zapatilla debe ser un 1cm más larga que el primer y segundo dedo. Los que tengan tendencia a producir uñas encarnadas o hematomas deben acudir al podólogo previamente.

2. Para prevenir las ampollas deben utilizarse calcetines de algodón o calcetines técnicos para correr, además de proteger con vaselina las zonas de roce como son los dedos y talones.

3. No debe estrenarse zapatillas ni calcetines el día del maratón, los materiales necesitan un tiempo de adaptación.

4. El acordonado correcto de las zapatillas permite que haya una mejor sujeción y mejora el rendimiento durante la pisada.

5. Es importante elegir una zapatilla adecuada a nuestras necesidades biomecánicas. A través de un estudio biomecánico el podólogo puede realizar un diagnóstico del comportamiento de los dos pies, que puede ser diferente, e indicar al corredor sobre los requerimientos específicos de las zapatillas que debe utilizar.

6. Las callosidades deben ser eliminadas adecuadamente por un profesional para mejorar el comportamiento de la piel frente a los impactos del suelo.

7. Hay que cuidar la hidratación de los pies porque de esta forma la piel estará más fuerte y podrán evitarse rozaduras y otras molestias.

8. Después de la carrera es recomendable elevar las piernas para mejorar la descongestión venosa y la inflamación.

9. En este momento es importante realizar una exploración minuciosa de los pies por si se hubiera producido algún daño que requiriera la atención de un profesional.

10. Se aconseja realizar baños de agua fría durante las 24 horas posteriores a la carrera para reducir la inflamación y mejorar el descanso.