El jugador de la selección española de fútbol Sergio Ramos ha reconocido que los viajes fuera de Europa no son "cómodos" pero encuentran la "recompensa en el cariño" que reciben allá donde vayan, como en Johannesburgo, donde la campeona del mundo aterrizó este domingo para disputar el martes un amistoso ante Sudáfrica en el Soccer City.

"La recompensa a los viajes es el cariño que recibimos. Es más cómodo ir por Europa, pero hay otros países que también tienen derecho a ver un amistoso o un entrenamiento de los campeones del mundo", señaló después de disputar el amistoso de este sábad0 (1-2) en Guinea Ecuatorial.

La parada en Malabo fue una escala de la 'Roja' para volver al escenario donde se coronó campeona del mundo en el verano de 2010. "Todos son recuerdos muy bonitos, los años van pasando y el momento de volver a defender el título ha llegado. El trabajo de todas las generaciones lo vimos recompensado levantando el torneo. Yo me quedo con el momento de pitar el final y el gol, que fue la reencarnación de todo el equipo", confesó.

"Recuerdos: nos dieron una réplica de esa copa y ahora en el despacho tengo fotos grandes, eso no es la vela de tu barrio. Cada vez que entro en casa me gusta pasar y mirarla, ser campeón del mundo no lo puede decir cualquiera", añadió.

En cuanto al partido ante Sudáfrica, Sergio Ramos confesó que será un partido difícil. "Con Sudáfrica como tantas veces, intentarán jugarnos de tú a tú y con mucha ilusión. Es un equipo fuerte y nos lo pondrá muy difícil. Hay que tener cuidado en estos partidos, hay campos en los que no hay buenas condiciones, ayer sí hubo alguna entrada fuera de tiempo, de lugar", recordó.

"Si Brasil en el Mundial cayera eliminada no creo que fueran con nosotros, todos tenemos que ser profesionales y, aunque no va a ser como jugar en casa, tiene que ser un estímulo", finalizó.