El despacho del presidente del Levante está en las mismas entrañas del estadio Ciutat de València, donde el primer equipo entrena algún día. Unas oficinas modestas pero donde se respira fútbol en sus paredes. Huele a verde.

¿Hay brotes verdes en el Levante UD?

Empiezan a haberlos. Desde hace cuatro años el objetivo es que aparecieran, ahora hay que cuidarlos y abonarlos para que el Levante sea una pradera. Sabemos de la dificultad, pero estamos en el camino correcto.

¿Cuál es la fórmula para reducir perdidas económicas año tras año y mantener un equipo competitivo?

Un equipo de fútbol debe de tener dos patas, la deportiva y la económica. En el Levante, lo que hacemos es llevar esas dos patas con el mayor equilibrio y coherencia posible. Hasta la fecha lo hemos conseguido en el aspecto de gestión.

¿Y en el deportivo?

Pues con esos recursos debemos encontrar ese perfil ideal de entrenador y de jugador que encaje en ese proyecto.

De ese compromiso que asume hace cuatro años, ¿que queda?

Queda algo que no teníamos, credibilidad. En aquel momento por desgracia, este club tenía escasez de credibilidad y hoy gracias a ese trabajo, tenemos credibilidad. Por tanto ahora queda seguir cumpliendo. Cuando nos levantamos cada mañana, nuestro sino es cumplir con nuestras obligaciones y con aquello que comprometimos nuestra palabra hace cuatro años.

¿Se va a cumplir?

Por supuesto. Mientras esté como presidente, el Levante nunca incumplirá en nada. El mayor activo que tiene este club es el compromiso, la seriedad ante nuestros acreedores y la sociedad. Hemos trabajado mucho, solo faltaba que nosotros mismos rompiéramos con esa filosofía que tan buenos resultados está dando.

¿Qué ha sido lo más complicado?

Lo más duro fue afrontar el reto del convenio de acreedores y demostrar que podíamos gestionar este club, así como convencer a nuestros acreedores que nos tenían que dar una oportunidad. Demostrar que esa apuesta que hizo la administración concursal por mi, y luego por un consejo de administración, era una apuesta a futuro de los levantinistas para el levantinismo.

¿Son buenas las relaciones entre la Fundació Cent Anys y el consejo de administración?

Son exquisitas. La Fundación, el consejo y el club somos conscientes de cual es la realidad y para que fuimos elegidos.

Con 16.000 abonados, hay una media de 13.000 asistentes al campo. Me lo explica.

Es un gran número, pero no el optimo. Podemos mejorar y crecer. Hemos mejorado respecto al año pasado, sabemos que eso es una «proeza», pues todos los clubes están perdiendo abonos, pero no podemos quedarnos en eso. La asistencia es una cuestión de horarios.

¿Qué nota le pone al trabajo de Caparrós?

A estas alturas de la temporada estar con 17 puntos en un proyecto nuevo y con una regeneración de la plantilla importante, el trabajo es notable.

¿Cómo para renovar?

Eso va a depender de él, y de lo que opine la dirección deportiva del club. Si la tónica actual persiste, ¿por qué no? Estoy muy satisfecho con su trabajo. Caparrós es un hombre de club, que desde el primer día entendió la filosofía y demostró que quería luchar por este proyecto, que le veía capacidad de mejora. Ambas partes estamos muy satisfechas.

¿Se fichará en invierno?

Siempre digo lo mismo. El Levante cada vez que se abre un mercado siempre ha hecho algo, pero en estos momentos eso no nos quita el sueño. Tenemos una plantilla muy competitiva, con mucha gente que ha llegado nueva, y una base sólida de ejercicios anteriores y aun quedan muchos jugadores para participar.

Con 24 fichas, también habrá salidas.

Cuando tienes 24 fichas puede venir uno sin que salga nadie, pero no es una prioridad reforzar la plantilla, al menos así me lo ha transmitido la dirección deportiva. Para nosotros el mercado de invierno sirve para pensar más en futuro que en presente. Es difícil incorporar un jugador en el mercado de invierno y que dé más rendimiento de lo que hay. A veces lo hemos hecho por necesidad, pero la gran mayoría de veces ha sido más pensando en el futuro.

¿Se sufrirá para la permanencia?

Yo sufro todos los domingos.

¿Pero el club trabaja con la previsión que se quedará otro año en Primera sin sufrir?

El club tiene muy claro de donde viene y que retos tenemos en el futuro. Todos los años han sido importantes, pero a nivel de gestión por el cumplimiento del pago de nuestra deuda podemos decir que es el año clave.

¿Por qué?

Si el Levante consigue estar cinco años seguidos en Primera muchas dudas pueden disiparse. Sería vital para el futuro conseguir la permanencia este año. Estamos en el camino, pero las temporadas son muy largas. Estamos a un tercio de liga y es verdad que estamos con unos buenos números. Tenemos que sacar esos 42 ó 43 puntos que nos den la salvación y Dios dirá.

¿Qué aprendió de la crisis del año pasado?

El fútbol es tan gran, tan grande, que del día a la noche puede ocurrir cualquier cosa.

¿Qué le molestó más de todo aquello?

La impotencia. No poder actuar de otra forma por la falta de información.

¿Traicionado?

Traicionado, no y espero no sentirme nunca traicionado porque todo eso que se ha dicho quede en supuestos y no en realidades. Es verdad que el coste a la imagen del club fue muy alto. Creo que no reaccionamos mal, actuamos con rigor y contundencia para defender al club y a los jugadores del Levante.

¿Le sorprendió la reacción de la Liga de Fútbol Profesional y del señor Tebas en concreto?

No, porque en aquellos momentos el único candidato a ser presidente tenía como bandera de su proyecto la lucha contra los posibles amaños en la Liga. Hubiera deseado que muchas de las cosas que se dijeron no se hubieran dicho. Que se hubiera actuado con contundencia y investigando, pero públicamente otro tratamiento, pero bueno…

Tebas dice que le parecen poco que sólo tres de los cuatro salpicados por el escándalo hayan pagado. Señala directamente a Juanfran.

No hemos tomado decisiones en base a ese criterio.

¿Por qué siguió Juanfran?

Porque la dirección deportiva y el entrenador entienden que aporta valor a la plantilla.

¿Teme que el recorrido del caso dañe más la imagen del Levante?

Hasta que esto no se clarifique y haya una resolución en un sentido, o en otro, por desgracia el ‘afer’ Levante-Dépor siempre estará ahí. Como el Racing-Girona, o el Racing-Hércules u otros partidos. Ese es el coste que debemos asumir mientras esas cosas estén ahí.

¿Por qué el levantinista no compra acciones?

Quiero pensar que es por la coyuntura y no porque no cree en el proyecto.

¿En 2014 la Liga va a otro escenario por los derechos televisivos?

La nueva política de derechos de televisión está dirigido a la temporada 2015/16. De una posible venta centralizada y de un nuevo reparto.

¿Y los horarios?

Va a depender de como se gestiones esos derechos y el valor que se le va a dar al derecho internacional, al nacional.

¿Qué le preguntó el Principe sobre el Levante?

Nada en concreto...

¿No se puede saber?

No nada…

Pero es muy futbolero…

… Me felicitó y ya está. Un pequeño guiño y poco más. Se hablaron de otras cosas…

Supongo, pero como llega el presidente del Levante a una comida selecta y privada con el Príncipe.

Un amigo, Manu Broseta me llama un día y me dice: «Oye Quico existe esta posibilidad, me gustaría que vinieras, ¿te apetece?». No solo me apetecía, era un orgullo y un honor participar en ese encuentro. Y así fue.

¿Quién se lo iba a decir cinco años atrás?

Fue una ilusión, una alegría recibir esa invitación y no pregunté más.

¿El Levante UD se ha quedado pequeño para Quico Catalán?

El Levante siempre será muy grande para Quico Catalán. La institución siempre está por encima de las personas. Si me dejaran seguiría mucho tiempo al frente del Levante.

¿Está cansado?

Evidentemente, esto tiene un coste personal muy grande, un desgaste tanto físico como psíquico. Pero estoy muy orgulloso de estar donde estoy. Me considero muy afortunado y privilegiado.

¿Cuántas acciones tiene?

A ver que lo piense… Tenía veinticinco y he comprado otras 25.