La Generalitat Valenciana y Bankia han dado el paso largamente anhelado para abordar la situación del Valencia. El pronunciamiento del TSJCV, que repone al Consell el aval del préstamo de 81 millones a la Fundación del Valencia, desbloquea la situación, abre la vía para la negociación y, también, para un acuerdo que se antoja inminente. Las cuatro partes se han emplazado para reunirse esta misma semana, aunque los contactos telefónicos se vienen sucediendo desde el pasado viernes y los dos actores principales que se erigen en la negociación, por encima del Valencia, son la administración autonómica y la entidad financiera. La voluntad para un pacto es urgente, entre otras razones, para anticiparse al proceso judicial que puede volver a iniciarse y avanzarse a la investigación del aval desde Bruselas.

La renacida entente entre el Consell y Bankia se escenificó ayer, en el acto de entrega de veintiséis viviendas para alquiler social en el que coincidieron el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri. El jefe del gobierno valenciano se anticipó a las preguntas para desvelar que «en los próximos días» habrá «una reunión» para ver «cuáles son las alternativas» desde la premisa de reconocer que se asume el aval. «Hasta el viernes pasado era Bankia quien tenía que hacer frente al aval. Debido a que no había habido por parte de Bankia la posibilidad de hacer alegaciones se devolvió todo el expediente al juzgado. En este momento somos los avalistas de nuevo y vamos a analizar la situación de forma conjunta con Bankia para encontrar una solución que satisfaga a todas las partes: Bankia, Generalitat y por supuesto el Valencia». No sería la única ocasión en la que Fabra reconocía que su gobierno tiene asumido el aval: «Vamos a barajar ese escenario, que es el que hay, y no ningún otro futurible. Lo haremos con cordialidad, más allá de defender cada uno sus intereses».

Esa misma sintonía pactista desprendían las palabras de Goirigolzarri: «Estamos trabajando con el nuevo entorno jurídico que tenemos.Encontraremos soluciones que sean positivas y buenas para todos. Esas soluciones deben ser lo más rápidas y estables posibles». El dirigente financiero, que bajo su mandato frenó la fórmula Newcoval auspiciada por el consejo de administración de su predecesor, Rodrigo Rato, valoraba que es el tiempo de «trabajar» analizando «con gran profesionalidad todas las alternativas abiertas». «En base a eso reiterabase tomarán las decisiones».

Con el nuevo escenario, Bankia y el Consell están condenados a entenderse, dejando atrás las tiranteces que afloraron en el recurso de reposición interpuesto por el banco tras la sentencia que liberaba al gobierno valenciano del aval, y en el que se acusaba a la Generalitat de «deslealtad». Preguntado al respecto, Goirigolzarri fue diplomático: «Más que enfado diría que cada uno, desde el punto de vista jurídico y procesal, tiene que defender sus intereses. Y ello no obsta para que haya una relación magnífica a nivel personal».

En ese sentido, Fabra pidió generosidad a Bankia y no dejó pasar la ocasión para insistir en el mensaje de que se atenderá al Valencia salvaguardando la prioridad de su gobierno de «garantizar» los servicios públicos: «Es una situación que a nadie nos gustaría vivir. La Generalitat no está para avalar a equipos de fútbol ni pagar sus intereses. Esa es nuestra línea de priorizar aquellas cuestiones que son fundamentales para los ciudadanos. Pero dada esa situación hay que actuar con inteligencia. Para eso necesitamos la comprensión, la sensibilidad y profesionalidad de entidades como Bankia, después de haber estado en los últimos meses pasándonos la pelota para ver quién tenía que ser el avalista».

Fabra también renovó la confianza, discutida internamente en la Generalitat, en el actual patronato de la Fundación: «Tiene muy claro cuál es el papel de la Administración y está trabajando para conseguir que los intereses fruto del aval puedan ser sufragados con los ingresos propios. Estamos trabajando conjuntamente también con el Valencia para que al final sea el propio club, a través de la Fundación, quien se pueda hacer cargo de los intereses. El auto del TSJCV está muy reciente y abre nuevas posibilidades. Nos hemos comprometido a trabajar sabiendo cuáles son las necesidades de la propia Generalitat y los intereses que tiene Bankia, que son lógicos. Es una entidad financiera y lo que quiere es cobrar y que se le devuelva el dinero que ha prestado», señaló.

La base del acuerdo se trabajará sobre la base que reclama la Fundación: con una refinanciación a largo plazo a quince años, con tres de carencia y una rebaja sensible en los intereses, que permitan un pago de 2'7 millones por parte de la Fundación. Además, la voluntad de Aurelio Martínez es que el préstamo de la Fundación se negocie conjuntamente con el que el Valencia tiene con la entidad bancaria, que se eleva a 215 millones. Una propuesta sobre la que Goirigolzarri no quiso dar esxcesivas pistas, si bien ya se da casi por descartada la opción de que se vaya a ejecutar la totalidad del préstamo: «Siempre suelo decir que una de las cosas que aprendí desde que empecé a trabajar en la banca es que no hablo de las relaciones con nuestros clientes. Las hablaremos con ellos y buscaremos una solución desde la profesionalidad».