El ex árbitro internacional Pierluigi Collina afirmóayer en Valencia que un árbitro «se puede equivocar en el medio del campo, pero nunca en un penalti» y que la clave para no errar está en la preparación, porque si se falla en esa parcela, es muy fácil hacerlo también en otras situaciones. Además, alertó sobre la necesidad de «mantener la lucidez» hasta el último momento y puso como ejemplo la final de la Liga de Campeones de 1999 que dirigió entre el Bayern Munich y el Manchester United y en la que el equipo inglés dio la vuelta al marcador en dos minutos y 34 segundos justo al final del encuentro, que pasó del 0-1 al 2-1. Collina realizó estas afirmaciones en la ponencia queayer ofreció durante la jornada «Cátedra Arbitral», que se celebró en el Palau de la Música de Valencia. Organizado por el comité de árbitros de la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana, el acto contó con la presencia de unos seiscientos colegiados.

«Un fallo del árbitro en esos tres minutos podría convertir a esa final en la más horrorosa de la Liga de Campeones», señaló Collina, quien insistió en que nada le debe sorprender a un árbitro. «Además de leer el desarrollo de un partido, un árbitro debe saber antes del encuentro cómo juega cada equipo para que no le sorprenda nada», insistió.

«El árbitro debe tener la valentía de decidir siempre», dijo el ex árbitro italiano, quien pidió que se proteja a los jugadores y que los árbitros se protejan a si mismos del «mobbing» que les pueden hacer todos los futbolistas de un equipo cuando protestan a la vez. En su charla, Collina pidió a los colegiados que sean conscientes de la importancia de sus decisiones entre otros motivos por el impacto económico que pueden llegar a tener.