«Llevamos una racha perfecta, en cada partido de Eurocopa tenemos un jugador lesionado». La frase, tan irónica como esclarecedora, la soltaba Velimir Perasovic tras ganar al Paris Levallois el pasado martes (98-52). La jornada europea se cobraba una nueva víctima: Serhiy Lishchuk. El pívot ucraniano tuvo que retirarse antes de que el partido finalizara, al notar un fuerte pinchazo muscular en la zona de los isquiotibiales.

El jugador fue sometido ayer a pruebas complementarias en la clínica Umivale, que confirmaron una microrrotura en la inserción próxima del isquiotibial izquierdo. El cuerpo médico estima un tiempo de recuperación de unas dos semanas, por lo que se perderá el partido del sábado contra el Fuenlabrada y también la séptima jornada europea, contra el Ratiopharm Ulm en Alemania.

La principal preocupación de los técnicos estribaba en que esa misma zona ya había sido castigada la temporada pasada con otra lesión. Una dolencia que ya le obligó a parar varias semanas el curso anterior, también marcado por una plaga de lesiones. La ausencia de Lishchuk golpea la línea interior del Valencia BC de nuevo, pues se suma a la de Bojan Dubljevic y Pablo Aguilar. En cualquier caso, Perasovic aún puede darse por satisfecho pues el fichaje del temporero Oleksiy Pecherov se ha revelado acertado. Contra el Paris Levallois firmó una notable actuación, con diecisiete puntos en quince minutos, aunque aún le falta la intensidad defensiva que reclama Perasovic. El equipo valenciano recuperó a Pau Ribas el sábado pasado y a Juanjo Triguero el martes, pero no ha conseguido aún que Vladimir Lucic pueda reaparecer por su esguince en el tobillo. El serbio volvió a someterse ayer a una revisión.