El club confía en que Otamendi se revalorice en estos meses. Y uno de los motivos está en las gestiones que los servicios jurídicos del club junto al representante del defensa argentino están haciendo para que Otamendi tenga pasaporte comunitario, concretamente italiano. Curiosamente su situación acabó siendo determinante para que no se incorporara ya al plantel, ante la imposibilidad del club de inscribirle en el mercado de invierno. Los planes son que a partir de septiembre compita en la liga como comunitario. Y uno de los temas que también se quiere cerrar es el de Eduardo Vargas. Ya logró convencerle en enero, pero ahora el Nápoles no va a transigir como en su día porque quiere ingresar una importante suma de dinero por su traspaso. Rufete ya ha iniciado su trabajo de largo recorrido, estando muy encima del ariete chileno para que se sienta como en casa y quiere prorrogar su cesión por dos temporadas.