Rivaldo se retira del fútbol. Puyol dejará el Barça cuando termine la temporada. ¿Cómo serán recordados? ¿Qué tipo vida les aguarda? En los poemas de Homero no encontramos diferencias entre los hombres después de la muerte, de forma que tanto los héroes como los que llevaron una vida sencilla arrastran una miserable pervivencia como sombras en el Hades. En los poemas de Hesíodo, sin embargo, las almas de los héroes viven sin preocupaciones en las islas de los Bienaventurados, junto al profundo Océano, y para ellos la tierra rica en sus entrañas produce fruto dulce como la miel que florece tres veces al año. Rivaldo y Puyol vivirán para siempre en las islas de los Bienaventurados del fútbol. El Hades futbolístico no puede ser un mundo oscuro en el que los cuerpos sin carne de los grandes futbolistas no son más que sombras a las que el recuerdo de un gol de chilena al Valencia en el Camp Nou en el último suspiro o un marcaje perfecto a Figo devuelven por unos instantes algo de vitalidad. La brisa debe conducir a Rivaldo y a Puyol a una morada feliz. Y en ese más allá seguro que hay premios y castigos, de forma que tipos tóxicos como Mourinho no compartirán la eternidad con futbolistas como Rivaldo y Puyol. Los buenos aficionados pasaremos la eternidad hablando de fútbol con Rivaldo y con Puyol en la isla de los Bienaventurados, y recordaremos juntos el gol de chilena al Valencia y el marcaje a Figo. La muerte, la retirada del fútbol, es sólo el principio.

*A Enrique Morís, que seguirá viendo partidos de la Real Sociedad desde las islas de los Bienaventurados.