En Valencia se ha avivado nuevamente la polémica en torno al nombramiento de Gala León como capitana de Copa Davis ante su presencia en el torneo para «conocer a los tenistas». Por eso, al margen del torneo propiamente dicho se está jugando estos días otro bien diferente fuera de las pistas. Anoche quedó escenificado en una reunión en un hotel de la capital del Turia.

Creo que el debate sobre si era apropiada por el hecho de ser mujer era erróneo. Siempre lo fue. No es ese el problema. El hecho de que haya tenido que venir a Valencia a «conocerlos» ya dice mucho de las verdaderas razones que llevan a dudar de que sea la apropiada.

Es más, se quejan de no haber sido consultados. Y llevan razón. Ante una decisión como esa no hubiera estado de más haber hablado con ellos para pedirles opinión. No lo hicieron

El capitán, o capitana, que me da lo mismo, debería conocer al dedillo el circuito y a sus tenistas. Debería saber cómo volver a motivar a todos esos que se «borraron» en la eliminatoria ante Brasil y que no hace mucho cantaban aquello de «soy español, español€» y que parecieron haber olvidado. Y Gala León, de momento, no cumple ni lo uno ni lo otro ni tiene la bendición de aquellos que deben devolver a España a la élite del tenis.