­A estas alturas del año existe una especial ansiedad por disputar las carreras navideñas. Es una pequeña pausa dentro del calendario habitual, en el que los atletas populares van más o menos a tope. En esta ocasión sigue habiendo participantes que no regatean ningún esfuerzo y siguen corriendo a toda mecha. De hecho, las carreras de San Silvestre tienen un metraje poco habitual „especialmente cortas„ y permite disfrutar de carreras muy rápidas. Otros corredores, por contra, ya se lo toman como una fiesta y corren en grupo más relajadamente. También empiezan a aparecer los primeros disfraces para dar ese toque festivo.

Este fin de semana ha empezado ese calendario con dos pruebas muy cerca una de otra: la disputada en el Puerto de Sagunto y la de La Pobla de Farnals.

Son carreras especiales, además, porque pueden darse situaciones curiosas en cuanto las cosas se ponen selectivas. Es el caso de la Pobla. Ganó Ivan Puchol, del CA Puçol, por delante de dos triatletas: el super campeón Emilio Aguayo y Diego Robles. Y poco más de un minuto después apareció la primera mujer: Raquel Landín, que a estos niveles son palabras mayores. Prueba de ello es que entró en el puesto undécimo entre los 509 corredores que se dieron cita.

Más seria y exigente fue la carrera del domingo por la mañana: el Gran Fons Mancomunitat del Carraixet, que en esta ocasión no formaba parte del Circuito de Carreras de la Diputación. Pero sus 15 kilómetros reunieron a más de 700 participantes. Con marcas no especialmente selectivas por la ausencia de las «estrellas», el SD Correcaminos consiguió el doblete con Miguel Ángel Solís e Iván Latorre primero y segundo y también ganaron en la categoría promesa con Antonio Cubero. Vanessa Benavent fue la primera chica.

El próximo fin de semana empieza a saco el calendario navideño: Xàbia, Cheste, Sueca, Xaló, Sueca, Riba-roja, Requena, Bétera (habitualmente era la primera), Benaguasil... pero también quedan las dos grandes de final de temporada. Por una parte, la San Silvestre más dura, pero a la vez, la más espectacular y bonita estéticamente: la San Silvestre de Sot de Ferrer, que tendrá lugar el domingo, y que tiene 14 kilómetros, pero de montaña. Una experiencia única para los que tienen el medio maratón en sus piernas y que brinda una de las imágenes más bonitas del año: el reguero de corredores subiendo el peculiar zig-zag del calvario de la población.

En Picanya se dará este año la salida para la doble carrera que combina con Paiporta: cada año se sale de una población, se llega a la otra y se regresa. Hay un medio maratón con sus 21.097 y los que quieren algo menos exigente tienen la cuarta parte del maratón, con 10.548 metros también de ida y vuelta. Y aún queda un 10K solidario en Foios. Después de estas pruebas, el calendario de «serias» tendrá, aparte de algunos «trails», la Crema Polvorons de Chulilla (15 kilómetros el día 27, y la San Silvestre de Crevillente, espectacular con 10 kilómetros). Pero eso será la próxima semana.