El equipo que menos falló se llevó el triunfo. Éste fue el guión de un choque que le hace perder de momento la batalla por la sexta plaza al Valencia Basket tras su derrota en Vitoria. Prácticamente todo el partido por detrás en el marcador, salvo una ocasión al inicio del tercer cuarto, el conjunto entrenado por Carles Duran fue víctima de su propios errores para, en un partido con emoción y sin demasiada calidad, llevarse la derrota. Una más en el casillero, lo que estrecha de nuevo el margen de error de aquí hasta el final de la liga regular. La eclosión de Nedovic en los últimos minutos a punto estuvo de regalar una balsámica victoria, pero no fue suficiente. Un mal porcentaje de tiro, unas canastas fáciles bajo aros falladas y las pérdidas, siempre inoportunas, fueron demasiado lastre para ganar en Vitoria. Eso sí, se salvó el «basket average» que a final de campaña puede tener más importancia de la que hoy se pueda pensar. Las lesiones acompañaron a los «taronja» en otro partido. Con Van Rossom a punto de volver, y Lishchuk ya con minutos, Ribas y Aguilar se lesionaron, con mayor importancia para el segundo, que salió cojeando ostensiblemente de su tobillo izquierdo tras una desafortunada primera acción del choque.

Quizás marcado por la depresión de la eliminación de la Eurocopa, lo cierto es que el Valencia Basket no arrancó bien el choque. El equipo «taronja» se encontró además con su primer inconveniente serio con la lesión de Pablo Aguilar cuando todavía no se había cumplido el primer minuto del encuentro. El granadino ya no jugó más. Laboral Kutxa, sin hacer demasiado, y ante un negado Valencia Basket puso un 13-0 de inicio cuando se llevaban cuatro minutos de juego. Tras un tiempo muerto pedido y la entrada de Loncar a la pista el equipo ganó en intensidad y acierto. El croata pudo anotar la primera canasta del choque sobrepasado el ecuador del primer cuarto del partido. De nuevo, el choque se complicó con la tercera falta personal señalada a Loncar antes de concluir un primer cuarto para olvidar. Sin Aguilar en pista, Lucic, cobró más protagonismo y el final de los primeros diez minutos dejó un marcador honroso pese al mal arranque (22-17).

Lischchuk volvió a jugar

En el segundo cuarto el conjunto de Carles Duran se asentó. El técnico catalán dio minutos a Lischuk y el ucraniano pudo por fin saborear su retorno a las pistas además de anotar una canasta después de mucho tiempo. A la entrega de Harangody se unió el acierto exterior con los primeros triples anotados en el choque. Los locales siguieron la iniciativa con sus dos mejores hombres ayer, San Emeterio y Adams. Pese a ello los «taronja» se metieron de llenos en el choque tras acción de Lucic (29-27). En un partido ya equilibrado se llegó al descanso con ventaja local pero con sensaciones de que todo podía pasar tras la reanudación (44-40).

El paso por los vestuarios dio la primera ventaja a los valencianos en el partidos tras triple de Dubljevic (44-45). Cuando mejor pintaba el escenario, Laboral Kutxa endosó un demoledor parcial de 13-0 que dilapidaba el buen trabajo hecho tras los primeros minutos. Tocaba volver a remar. Con un regular Lucic y un Rafa Martínez, ejerciendo su papel de capitán, el Valencia Basket trató de achicar agua .

Nedovic tiró del carro

Nedovic, fue el hombre de Valencia Basket en los últimos diez minutos. Aún con problemas físicos, el serbio con sus defectos, pero también virtudes, se encargó de tirar del carro. Con dieciocho puntos fue el protagonista en los momentos decisivos y el que permitió que Baskonia sufriera hasta el final, en un partido que tenía encarrilado. De su mano se llegó al 88-87 en los últimos compases. Sin embargo se volvió a caer en la orilla. Los tiros libres locales (hasta 36 lanzamientos en todo el partido) y errores propios hicieron que la reacción fuera estéril y la victoria se quedara en casa.

Toca mirar hacia adelante con calma. A falta de ocho jornadas para el final, el Valencia Basket afronta ahora un calendario más suave con tres partidos en casa en el próximo mes. Con el descargo de no jugar la Eurocup, las semanas limpias le vendrán bien para afrontar mejor estos compromisos y mejorar el estado físico de una plantilla muy castigada. Se ha perdido una batalla. La guerra aún sigue.