Una semana después de anunciar su retirada del atletismo, Natalia Rodríguez, la mejor mediofondista española de la historia, ha reconsiderad su decisión y seguirá en activo, según ha dicho en su cuenta de twitter.

"Después de anunciar mi retirada públicamente, he intentado pasar unos días tranquila, lo cual me ha permitido pensar libremente y recapacitar profundamente mi decisión", explica la atleta tarraconense.

Durante estos días, asegura, ha recibido "múltiples mensajes de ánimo, reconocimientos e incluso emotivos homenajes" a su trayectoria deportiva.

"Días en los que he sentido, más que nunca, el aliento de todas y cada una de las personas, anónimas y conocidas, que han vivido como suyos mis éxitos y fracasos", prosigue. "Días en los que sientes que el convencimiento con respecto a la consecución de tus objetivos, en tu etapa como atleta de elite, va perdiendo fuerza".

"Hasta que, finalmente", explica, "tu cuerpo y tu mente te dicen que debes continuar y luchar por llegar con posibilidades para disputar la final de los Juegos de Río. Y como rectificar es de sabios", añade, "este último es el motivo por el que voy a seguir en este maravilloso deporte".

Natalia argumenta que las lesiones a menudo "afectan una barbaridad a nivel psicológico y a veces llegan a bloquear", aunque "afortunadamente, no son irreversibles".

"Por suerte, siempre he podido recuperarme de cada uno de estos contratiempos, continuar y conseguir, en determinadas ocasiones, un estado de forma excepcional tras el parón, y tengo muy claro que las oportunidades están para aprovecharlas", advierte.

La plusmarquista española de 1.500 metros entiende que "precisamente, esta es una de ellas". "Estoy totalmente recuperada de mi lesión, que era lo que realmente más me preocupaba, y dispuesta a reanudar mi preparación con la vista puesta al cien por cien en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro".

"Estoy segura de que, con vuestro apoyo y mi fuerza de voluntad, lograré conseguirlo", concluye su mensaje.

En consecuencia, Natalia cancela la rueda de prensa que había anunciado para este miércoles en el Ayuntamiento de Tarragona

Rodríguez, de 35 años, tiene el récord de España de 1.500 (3:59.51), diez títulos nacionales al aire libre y cuatro en pista cubierta, un bronce mundial (Daegu 2011) y otro europeo (Barcelona 2010), además de un título continental (Turín 2009) y una plata mundial (Doha 2010) en sala.

Llegó a tener un título mundial, el de 1.500, pero sólo de duró tres minutos, los que transcurrieron entre su victoria en la final de Berlín 2009 y su descalificación, supuestamente por derribar a la etíope Gelete Burka en la última curva.

El 7 de marzo de ese mismo 2009, año y medio después de dar a luz a su hija Guadalupe, Natalia terminó segunda la final de 1.500 de los Europeos en sala de Turín, pero con el tiempo se convirtió en campeona: la rusa Anna Alminova fue descalificada por dopaje. Era la primera medalla internacional absoluta para Natalia.

Desde que empezó a competir entre la elite internacional de categoría sénior no había pasado del sexto puesto. Le sucedió en los Europeos de Múnich 2002 y en los Mundiales de Edmonton 2001 y Helsinki 2005. También en los Juegos Olímpicos de Pekín, e incluso en los Mundiales júnior de 1998.

El destino le reservó un desquite a medias. En 2010, en el Aspire Dome de Doha, encontró alivio a su desgracia de Berlín con la medalla de plata: no ganó -lo hizo la etíope Kalkidam Gezahegne-, pero batió a Gelete Burka. "He ganado a Burka, que era mi espinita, y estoy muy contenta", dijo.

El bronce del Mundial de Daegu 2011 ha sido el último éxito de la mejor "millera" española de todos los tiempos, que ya nunca recuperó su asombroso nivel del 2009. En los Juegos de Londres 2012 cayó en series y en los Mundiales de Moscú 2013 en semifinales. Las lesiones le atormentaron y después de un año en blanco, resolvió, hace una semana, poner fin a su carrera.

Afortunadamente para el atletismo español, con el mediofondo sumido en una profunda crisis, Natalia ha rectificado. Su próximo reto, los Juegos de Río 2016.