El piloto alemán de Mercedes Nico Rosberg fue el más rápido en los segundos entrenamientos libres del Gran Premio de Bahrein, con un tiempo de 1.34:647 en 31 vueltas, con su compañero británico Lewis Hamilton segundo y seguidos por los Ferrari del finlandés Kimi Raikkonen y el alemán Sebastian Vettel.

El español Fernando Alonso (McLaren) marcó el duodécimo mejor tiempo de esta segunda sesión, con un registro de 1:36.191 en 22 vueltas realizadas al circuito de Sakhir. Carlos Sainz (Toro Rosso), que había sido cuarto en la primera tanda, obtuvo en esta el decimocuarto lugar, con un parcial de 1:36.471 en 32 vueltas, mientras que Roberto Merhi ocupó la última posición, con un mejor crono de 1:40.592 en 26 giros.

Ferrari dio un toque de atención a su rival alemán Mercedes en la jornada de pruebas del Gran Premio de Baréin de Fórmula Uno, mostrando un mejor ritmo de carrera en la segunda sesión, la más parecida a las condiciones del domingo, pese a que el alemán Nico Rosberg (Mercedes) hizo el mejor tiempo a una vuelta.

Las buenas sensaciones que mostraron Kimi Raikkonen -el mejor en la primera tanda con un tiempo de 1:37.827 en 13 vueltas- y Sebastian Vettel -segundo en esa ronda con un registro de 1:38.029 en 12 giros- se vieron también en la sesión de la tarde, cuando en las tandas de larga duración el piloto que llevaba gomas blandas de los Ferrari (Vettel) hacía mejores tiempos que el que llevaba esos mismos neumáticos en Mercedes (Rosberg).

En la primera fase de la segunda sesión, disputada a la caída de la noche y con unos aceptables 30 grados (35 en pista) los Mercedes volvieron a ser los más rápidos, gracias a un tiempo obtenido por Rosberg antes de la última media hora, con neumático blando y menos carga de gasolina.

El tiempo del teutón -definitivo hasta el final- fue de 1:34.647, una décima mejor que el de su compañero, al que también había superado en la primera sesión matinal, en la que fueron decimoquinto (Rosberg) y decimosexto (Hamilton). Una muesca en el cuchillo del teutón en la lucha intestina del equipo alemán. Roberg ya logró la 'pole position' en 2014, aunque eso no le sirvió para llevarse la carrera, que ganó Hamilton.

Sin embargo, cuando ambos equipos cargaron de gasolina sus monoplazas y buscaron ritmo de carrera durante varias vueltas consecutivas, en la estrategia pareja de ambas escuderías -un piloto con neumáticos blandos y otro con neumáticos medios- se pudo ver como, entre los dos coches con las gomas más veloces, era el bólido rojo el que se imponía a la flecha plateada.

Así ocurrió entre Rosberg y Vettel, ambos con los compuestos más blandos durante varias vueltas, en las que se vio cómo el Ferrari era más rápido en esas condiciones de carrera que el Mercedes, hasta en seis décimas por vuelta. El mismo Rosberg, después de la sesión, aseguró que el ritmo de la 'Scudería' en carrera era "preocupante" para ellos.

Fuera del duelo cabecero, en los garajes del equipo McLaren-Honda el ambiente era distinto en función del coche. El del español Fernando Alonso mostraba un moderado optimismo, al haber logrado completar 40 vueltas entre ambas sesiones, con un séptimo mejor tiempo en la primera y el duodécimo en la segunda.

Sin embargo, en el caso del británico Jenson Button las cosas no habían podido ir peor. En la sesión de la mañana, se salió de la pista en su segunda vuelta por un problema en la alimentación eléctrica de su motor, que se quedó parado. No pudo volver, y en la segunda apenas pudo completar 15 vueltas por varias alarmas en su monoplaza que no le permitieron adquirir ritmo de carrera.

En cuanto al español Carlos Sainz (Toro Rosso), su actuación fue de más a menos. En la primera ronda, con menor competencia de las grandes escuderías, se aupó al cuarto mejor tiempo a menos de un segundo del de Raikkonen, pero en la segunda se vio relegado al decimocuarto lugar.

Roberto Merhi, en su tercera carrera con el Manor, no pudo superar a su compañero de equipo, el británico Will Stevens, en ninguna de las dos tandas y fue el último piloto de la parrilla, aunque en la primera tanda Button estuvo por detrás al no haber podido marcar tiempo.