Triunfo sufrido del Valencia Basket ayer en Badalona pero vale su peso en oro. El conjunto valenciano da un paso si no definitivo, sí muy importante de cara a poder jugar el play-off a final de temporada e incluso de poder dar alcance a la cuarta plaza en la clasificación que ahora mismo se encuentra a solo un triunfo. La jornada ha sido muy favorable para los intereses taronja con derrotas de rivales directos como Bilbao, Gran Canaria o CAI Zaragoza. Abril está siendo un positivo con tres victorias hasta el momento y que podría tener su mejor epílogo el próximo sábado en la Fonteta ante Manresa.

Fue un partido de alternativas, duro, con muchas faltas (los valencianos fueron hasta en 43 ocasiones al tiro libre) y con emoción hasta el final. Lishchuk Ribas fueron los dos grandes promotores de la victoria. El ucraniano realizó su mejor partido de la temporada. En los diecinueve minutos que estuvo en pista otorgó al equipo rigor defensivo mientras que en ataque no erró los seis tiros que lanzó además de ayudar con cinco rebotes. Sublime. Ribas por su parte volvió a sacar su mejor versión. Ésa que hace del escolta catalán un jugador incisivo y sobre todo letal para el rival. Sin piedad ante el club donde se formó consiguió los últimos diez puntos mostrando una serenidad envidiable (siete desde la línea del tiro libre).

Con los doce a jugadores a su disposición, Carles Duran salió crecido y henchido de moral y confianza en un partido donde la grada le reconoció su trabajo durante tantos años en Badalona. Vives por su parte, se vio sobrepasado por las emociones. El catalán no tuvo su mejor día en un día que también tardará en olvidar.

El partido no tuvo el mejor comienzo para el conjunto Carles Duran. El Valencia Basket necesitó casi cuatro minutos para anotar su primera canasta en juego y de esta manera frenar el ímpetu inicial de los locales (12-4). La entrada en pista de Lishchuk cambió el guión del partido. Unido al trabajo del ucraniano, un triple de Ribas y dos lanzamientos desde el tiro libre de Van Rossom dieron al Valencia Basket su primera ventaja en el partido justo al finalizar el primer cuarto (24-25).

En el segundo cuarto, el conjunto taronja trató de marcar las primeras diferencias y que llegaron con el acierto desde el tiro exterior con Ribas como protagonista (31-39). Llovet y Mallet marcaron la reacción local aunque las acciones de Nedovic dejaron la máxima renta para los valencianos en todo el partido (40-50).

Un parcial de 11-2 en los últimos instantes de la primera parte equilibró el choque donde los valencianos perdieron un rigor defensivo que sigue en entredicho (51-52).

En la segunda parte Mallet castigó una y otra vez el aro de un Valencia Basket perdido en defensa y sin puntos en ataque. Un triple de Suárez en la bocina evidenció los peores presagios para dejar el partido al borde del precipicio (79-68).

El ansía de los verdinegros por cerrar pronto el partido desde el lanzamiento exterior, los minutos en el banquillo del mejor jugador badalonés, Mallet, y la paciencia de los de Carles Duran fueron igualando poco a poco las fuerzas. Los locales, con una defensa agresiva cometieron una falta tras otra.

Los taronja encontraron en el tiro libre los puntos que no llegaban desde fuera (sólo un triple en la segunda parte).

Ribas cogió los galones y puso a los valencianos arriba en los últimos minutos (88-89). La ventaja ya no se perdió. Un Joventut nervioso no encontró la forma de revertir la situación de un partido que tuvo controlado.

Triunfo y alegría del casi centenar de aficionados que ayer madrugaron para arropar a los suyos. El dicho que de esto no es como empieza sino como acaba cobra forma. Gran sorbo de confianza.