Van Rossom, base del Valencia Basket, afirmó ayer que el equipo debe mejorar, pero consideró exagerado decir que todo había sido un desastre por tres minutos malos el sábado ante La Bruxa d,Or Manresa. El jugador belga pidió que no se magnificara el mal final de partido de su equipo, que ganó por 84-81, y admitió que no fue el mejor encuentro de su equipo y se mostró consciente de que deben mejorar.
«Somos cuartos y ahí estamos», explicaba el base del Valencia, quien reiteró que en el choque ante el equipo catalán tuvieron el control del partido salvo en los minutos finales en los que cometieron tres o cuatro errores seguidos que permitieron al Manresa meterse en el partido.
Van Rossom también reconoció que se equivocaron al no haber sentenciado el choque cuando tuvieron opción de hacerlo. «Fallamos al principio del tercer cuarto al no matar el partido. Lo pudimos hacer dos o tres veces y no lo hicimos», lamentó. Así cree que no fue por «falta de hambre», y apuntó que «hay veces que puedes romper el partido y otras que no», además de señalar que el Manresa tuvo su mérito «porque nunca dejó de luchar».
El base se mostró también comprensivo con los pitos con los que les despidió una parte de la afición. «Lo puedo entender porque igual la gente esperaba que jugáramos mejor ante un equipo como el Manresa, pero en esta liga no hay partidos fáciles», subrayó. Para Van Rossom, el equipo ha evolucionado. «En el último cuarto nos metieron treinta puntos pero en los tres primeros nos metieron 51, que era un dato mejor que el de las jornadas anteriores», señaló. «Hemos trabajado aspectos defensivos. Ahora hay que hacerlo cuarenta minutos y no treinta», explicó.