El Real Madrid golpea antes. En la primera mitad vimos a un Valencia Basket desconocido. El equipo «taronja» ofreció una imagen distinta a la que se vio el lunes en Bilbao. Quizás demasiado temeroso y atenazado, no estuvo a gusto en la pista lo que aprovechó su rival para jugar muy cómodo y llevarse una renta plácida al descanso.

Buena muestra de la falta de fe fueron los tiros de tres puntos anotados en los primeros veinte minutos, que solo fueron dos, y los tiros libres errados, cuatro, demasiados para un equipo muy fiable en estos aspectos estadísticos durante toda la campaña.

En la segunda parte el conjunto de Carles Duran mejoró. Una mayor intensidad defensiva propició que los de Laso cometieran más errores. Sin un acierto abrumador desde fuera el equipo cometió menos pérdidas de balón además de jugar con más criterio.

Con un choque abierto en el último cuarto, el Real Madrid mejoró. Sin ser decisivos, es verdad que el arbitraje no ayudó. Una técnica no señalada a Nocioni y una falta de criterio por parte de los árbitros de no pitar lo mismo en una zona y otra sacaron poco a poco a los de Duran del partido.

El dato de los tiros libres fue abrumador con catorce tiros libres de más lanzados por el equipo de Laso.

Valencia Basket adoleció de más continuidad y de dureza, pero de los errores hay que aprender. Quizás se echó en falta a Sato que sólo jugó ocho minutos. Los jugadores importantes deben ser vitales y para ello deben estar.

Se ha perdido una batalla pero esto sigue. El domingo es una prueba para reengancharse a la eliminatoria y para volver a creer, sobre todo esto último. Al margen de aspectos tácticos, en un play-off lo mental es importante y esa baza hay que tomarla.

La línea del tercer cuarto demuestra que pese a los enormes y fiables argumentos del Real Madrid si se está a buen nivel se puede al menos competir, y si se compite las opciones de ganar suben mucho más enteros.

Las lesiones de Ribas y sobre todo de Loncar, que no pintan bien, dan al partido del domingo y quizás a la serie un ápice más heroico. La pasada temporada, en ese ambiente de luchar contra lo imposible, este equipo ganó dos partidos seguidos en el Palau Blaugrana. A recuperarse.