Empezó el preolímpico de Valencia y en la hora punta, el partido de España contra Gran Bretaña acabó con el despago de ver cómo las guiris se llevaban el partido (0-2).

En el hockey hay dos tipos de penas máximas: el penalti-córner, que es una jugada ensayada en dos o tres tiempos; y el stroke, que es lo más parecido al futbolero, mucho más peligroso. Las españolas tuvieron media docena de los primeros casi consecutivas y, un par de minutos después, las británicas tuvieron uno de los «buenos». Resultado: gol para ellas. Fatalismo hispano. Y poco después el segundo, que sería definitivo. Por si fuera poco, el penalti lo provocó la jugadora de casa, Lola Riera. «Sinceramente, es riguroso» decían en la grada jóvenes jugadores del Valencia Club de Hockey. Ella misma, al acabar, se quejaba de que «no se aplica el mismo criterio. Es un penalti muy polémico. ¿Que te voy a decir yo, que soy quien lo ha causado?». Duele porque a las británicas, teóricamente superiores, se les metió miedo y porque el partido anduvo vivo hasta casi el final.

Cerca de trescientas personas acudieron a presenciar este partido. Quedan los días fuertes, aunque ayer anduvieron por el polideportivo de Beteró un centenar de irlandeses para animar a su selección, que compite unificando territorios del norte y de Eire. Hoy se espera el siempre fiel corporativismo de la colonia argentina con sus Leonas. En el grupo de España, las chinas golearon a Canadá por 3-0. Precisamente China será hoy (19 h.) el rival de las Redsticks (Palos Rojos). Hay que reconocer que el objetivo, quedar entre las tres mejores para alcanzar una plaza olímpica, es muy difícil. Ya no valen errores.