Vicente Belda, Rubén Plaza, usted… ¿Qué tiene la comarca de El Comtat para crear tanto ciclismo?

(Risas). Supongo que lo que tenemos son muchas montañas. Pero sí, es cierto que hay mucha tradición.

¿De dónde le vino la afición a pedalear?

La bicicleta siempre ha estado presente en casa. Mi hermano fue el primero en correr a nivel escolar y yo siempre le acompañaba. Siempre hemos tenido afición. Y luego cuando tomé la primera comunión mi abuelo me regaló mi primera bici de carretera y comencé a competir, con 8 años. Y ya no paré, desde entonces.

El Tour siempre sería esa referencia televisiva que se ansía alcanzar algún día. ¿Cómo lo vivía de pequeño?

Veía la carrera todos los días. Ya fuesen etapas de montaña o llanitas. Siempre estaba a mediodía pegado a la tele y soñaba algún día con llegar.

Por edad, a usted no le pilló la fiebre de Indurain.

No. Crecí en la etapa de Lance Armstrong y es el ciclista que nos marcó a toda una generación. Indurain me pilló muy pequeño.

Llega a este Tour en buena racha.

Estoy esperando el Tour con muchas ganas. Sobre todo porque este año he tenido una campaña muy buena. Todo son buenas sensaciones y encima no he tenido ninguna lesión.

La victoria en el Tour de Omán, con rivales como Van Gerderen, Nibali, Valverde, Purito… le ha ayudado a desterrar el gafe de las lesiones, las caídas y la mala suerte.

Ha sido un año en el que he tenido consistencia. La victoria en Omán fue una gran recompensa. Y después en el resto de las carreras he estado entre los diez primeros o muy cerca del podio. Está siendo muy buena la temporada.

¿Cuál ha sido la clave? ¿Haber alargado los entrenamientos en invierno?

Una clave ha sido esa, que me ha permitido fortalecer la preparación, pero la otra, insisto, ha sido aguantar sin lesiones. Ese aspecto poco a poco te permite ir mejorando más, e ir subiendo un escalón competitivo más en cada carrera. La condición física te da continuidad.

Aparte de la condición física, está también el componente de la liberación psicólogica que supone volver a estar entre los mejores del pelotón...

Esa racha te hace ver que puedes estar compitiendo con los mejores. Eso te da una confianza enorme. Ya son muchos años que soy profesional y me conozco bien, sé más o menos cómo estoy cuando voy a ir a una carrera, si estoy en forma o no. Me noto bien.

¿Qué expectativas tiene para el Tour?

La primera semana intentar no perder demasiado tiempo y esquivar las caídas. Será importantísimo porque en la primera semana en el Tour siempre hay muchas caídas. Habrá que intentar llegar a la montaña lo más entero posible. Sobre todo dependerá de cómo vaya la carrera. Intentaremos ganar alguna etapa. Porque la general está muy complicada.

En 2010 se quedó muy cerca de ganar esa ansiada etapa, en la Estación de Rousses. Chavanel aprovechó bien los falsos llanos del último puerto.

Me puse en una fuga con gente como Chavanel y Gárate. Chavanel se descolgó y cogió un tiempo que ya no pude recuperar en el último puerto. Me quedé muy cerca. El Tour es la carrera que a todo el mundo le gusta. A ver si este año lo puedo conseguir.

¿Su buen rendimiento de este año le va a valer para ser jefe de filas del Lampre-Mérida, por encima de Rui Costa?

Rui Costa será el jefe de filas. Estaremos llevándolo entre todos y en las etapas de montaña seguro que tenemos la opción de llevarnos alguna victoria. Voy fuerte.

Se subirá a Alpe D’Huez el día antes de ir a París. Sin apenas cronos, será un Tour propicio para escaladores. Un perfil muy de Nibali, Quintana... y usted.

Solo hay dos cronos. Una muy corta el primer día, otra por equipos de unos 24 kilómetros. Se adapta a mis virtudes. Me voy a sentir muy cómodo con ese trazado.

Con Rubén Plaza, de su mismo equipo, va a completar la representación valenciana.

Seremos dos valencianos. Estamos en el mismo equipo, somos muy amigos, casi de la familia. Pasamos mucho tiempo juntos y está muy bien tener a alguien de confianza.