La investigación por el accidente mortal en el circuito de Laguna Seca del pasado lunes, en el que falleció el piloto valenciano Bernat Martínez y el gallego Daniel Rivas, quedó ayer cerrada. La policía federal de California zanjó el asunto como un «accidente deportivo», después de visionar las imágenes con detenimiento. Las sensaciones ayer en la organización del AMA de Superbikes, la competición en la que participaban ambos pilotos, eran unánimes: el accidente múltiple, en el que se vieron involucrados fue inevitable.

Una voz autorizada como la de Gregorio Lavilla, expiloto y ahora miembros de la dirección del Mundial de Superbikes, analizó ayer el suceso junto a Jorge Lis, exrepresentante de Bernat. Lavilla, como el expiloto valenciano, fue testigo directo de la desgracia. Se encontraba en el «pit-lane» de Laguna Seca en el momento de la fatal salida y saltó a socorrer a los pilotos.

«Él vio las imágenes de la dirección de carrera y quedó claro que la moto de Dani (Rivas) tuvo un fallo eléctrico 200 metros después de la salida», explica Lis a Levante-EMV desde Estados Unidos. «Levantó la mano, pero ya no hubo posibilidad de reacción de los que venían detrás y se cayeron 6 pilotos (dos continúan hospitalizados). Es una carambola mortal. Nos preguntábamos qué se puede hacer para que no se repita algo así, pero no encontramos la respuesta», añade. Lavilla se quedó una noche más en California para ayudar en lo posible en los trámites necesarios.

Las motos de Superbikes, de 1.000 centímetros cúbicos, superan los 300 kilómetros por hora. En el momento del accidente se encontraban en plena aceleración. «La primera curva de Laguna Seca es lanzada, rapidísima. Se juntan todos a muchísima velocidad, por lo que no se puede hacer nada», argumentaba ayer Lis tras analizar lo sucedido con Lavilla.

Pese a que no se trataba de una carrera del calendario del AMA de Superbikes, si que estaba contemplada en el calendario como una más. La seguridad y la atención médica, por tanto, eran las contempladas para una prueba de primera magnitud en un circuito mítico.

En Laguna Seca falleció el piloto uruguayo Gonzalo Rodríguez tras salirse de la pista y volcar por encima de las vallas de protección en la curva del «sacacorchos», la zona del circuito más conocida por su cambio de rasante y por un adelantamiento de Valentino Rossi a Stoner en 1998.