El pasado 20 de Julio el portero Mathew Ryan aterrizaba en Manises y se convertía en el primer australiano en militar en el Valencia CF. Ahora, varios jóvenes valencianos tendrán la oportunidad de realizar el camino inverso al del portero blanquinegro. Es decir, marcharse a probar suerte a las ligas australianas y neozelandesas. Y todo ello gracias un proyecto llamado «Esportunitat Australia» que va a seleccionar a unos 20 jugadores de entre 18 y 30 años que viajarán en febrero de 2016 a las antípodas españolas para labrarse un futuro en el mundo del fútbol y vivir, al mismo tiempo, una experiencia única.

El director de la iniciativa, el valenciano Alex Peralt, que ya tiene gran experiencia seleccionando a jugadores para EEUU, explica que lo que buscan son jóvenes que sean «buenos futbolistas, buenas personas y buenos trabajadores». Sí, porque además de jugar en equipos de la Segunda División australiana (el equivalente a Segunda B o Tercera en España) los clubes se comprometen a encontrarles un trabajo, lo cual es un aliciente añadido. «Más aún teniendo en cuenta la crisis española y lo difícil que es encontrarlo aquí», destaca Peralt. Él indica que en estos equipos se suelen ganar unos 200 euros por partido, y además los puestos laborales rondan los 1.50o-2.000 euros, o más dependiendo del sector.

Actualmente, cuentan con cuatro jugadores seleccionados que ya tienen experiencia en EEUU y que ahora han querido sumarse a esta nueva aventura. Entre ellos se encuentra el mediocentro de Sueca, Josep Baldoví «Baldo», formado en las canteras del Villarreal y del Levante UD. Él ha rendido a gran nivel en el Lane FC estadounidense durante los dos últimos años y ahora va a ganar unos 2.000 euros, más casa y coche, gracias al contrato que está a punto de firmar con el Logan Lightning FC de la Brisbane Premier League.

A Baldo le van a acompañar en este reto los también valencianos Ismael Fernández, «un delantero con buena técnica y olfato goleador» y Cristian de Luis, «un defensa contundente y con buen desplazamiento de balón», asevera Peralt. Así como el gerundense Richy Hurtado.

Las pruebas, a partir del día 24

El resto de plazas se decidirán en las pruebas, a las que ya se han apuntado unos 30 jóvenes, que tendrán lugar entre el 24 y el 30 de agosto en Sueca, Cullera y Valencia. En ellas realizarán pruebas físicas y deportivas, así como entrevistas personalizadas y hasta partidos. Todo bajo la supervisión de un departamento técnico internacional que grabará todo el proceso para analizarlo posteriormente y seleccionar a los más cualificados. La idea, como dice Peralt, no es tanto llevar a un gran número de jugadores, «sino que los que vayan estén preparados, puedan tener una buena experiencia e incluso opciones de poder quedarse ya sea en su club como futbolistas o en el trabajo que estén desempeñando». «En el peor de los casos, añade, habrán vivido una experiencia inolvidable, mejorarán su nivel de inglés y, además, ganarán experiencia como futbolistas, lo que puede abrirles otras puertas». Eso sí, matiza que «no es fácil y que hay que ganarse la confianza del entrenador y del club, pues a nadie se le garantiza que vaya a ser titular desde el principo ni nada parecido».

Peralt está intentado que el propio Ryan, de 23 años, asista al proceso de selección y pueda informar de primera mano a otros jóvenes como él sobre cómo es ser futbolista en su Australia y por qué deben decidir dar este salto.

La empresa responsable de todo el proceso, la inglesa «soccersmart», realiza la selección, para la cual se han de abonar 30 euros, que incluyen dos días de pruebas, un video y una fotografía de las mismas y una equipación Kelme. Así como todas las gestiones de visados, información sobre la vida en Australia y Nueva Zelanda y un seguimiento personalizado una vez estén en esos países. No obstante, los gastos del vuelo sí recaen sobre los jugadores, aunque «hay acuerdos con una entidad bancaria para conseguir financiarlo a bajo interés si fuera necesario», indican desde «soccersmart».

Baldo, cuyo nivel ha hecho que en EE UU lo conozcan como el «Zidane español» y que ya anda informándose sobre su nuevo destino futbolístico, asegura que su experiencia en EE UU «cambió mi vida». Él valora haberse sentido «un futbolista profesional, lo que es muy difícil en España». Y anima a los jugadores a realizar las pruebas «porque no pueden dejar pasar una oportunidad así».