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Va de bo

La luna y el dedo

Con esto de la Champions de Llargues y en general con el movimiento de internacionalización de la pilota valenciana ocurre como la sentencia de Confucio: «Cuando el sabio señala la luna el necio mira el dedo». Desdeñar o menospreciar la posibilidad de competir con otras formaciones de territorios lejanos es un grave error que nos conduce a un callejón sin salida. Ya sabemos qué significa circunscribirse a unas comarcas : más de lo mismo; el mismo plato repetido hasta saciarse y aburrirse. Cuando los sabios señalan la posibilidad de abrir fronteras con pelotaris de primerísima calidad capaces de lograr títulos, ocupar espacios mediáticos de regiones europeas y de otros continentes, los necios se resisten a mirar a las alturas y se agarran al dedo que los esclaviza.

La pilota valenciana necesita respirar aires de libertad por todos sus poros. El pelotari valenciano, de exquisita calidad y con capacidad para adaptarse a todas las formas de juego, tiene derecho a vivir su carrera deportiva en función de sus gustos e intereses. Desde su identidad, irrenunciable, abrir las mentes que le permitan darse a conocer y conocer otras formas, otras oportunidades. Es una bendición que nuestra modalidad de Llargues siga viva en otros territorios europeos y americanos. Ya se ha conseguido oficializar su nombre, aceptado en Europa y América.

Por ello, resulta triste y patético comprobar la escasa sensibilidad que se muestra hacia estas competiciones a las que se pretende ningunear por si acaso resulta que algún día son más importantes que las «propias». Pretensión absurda y sobre todo, intolerante.

Estos días, un grupo de jóvenes pelotaris de varios clubes valencianos participan en un mundial de One Wall en Calgary (Canadá). Compiten con jugadores de los cinco continentes€y allá han ido por voluntad propia, representando a nuestra pilota, sin un solo euro de ayuda oficial. Chicos y chicas, Sara de Godelleta, Ana Belén y Maria José de Borbotó, y Monica Moya de Massamagrell que han competido y han logrado éxitos tan notables como esa medalla de oro en la categoría sub 17 de un joven de Orba, Sacha, nacido en la pilota valenciana pero preparado para competir y ser el mejor del mundo en una modalidad que es universal. Con su enorme éxito ha conseguido la ayuda de un patrocinador internacional de primer nivel. Lo dicho: la luna y el dedo.

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