Tardaron dos días, pero desde el Valencia Terra i Mar reaccionaron ayer ante el positivo por dopaje de Josephine Onya que la Federación de Atletismo les comunicó el viernes y que impidió a la atleta nigeriana, nacionalizada española, viajar a los campeonatos del Mundo de Atletismo que se están disputando en Pekín.

Ayer, en un comunicado oficial, se aseguraba que el club de atletismo Valencia, Terra i Mar «no dudará en dar de baja de manera permanente a la atleta Josephine Onya, en caso de confirmarse oficialmente que ha dado positivo en un control antidopaje antes del Campeonato del Mundo de Pekín». Un nuevo positivo que se suma a los tres queya había dado la velocista y que la han tenido cuatro años de baja en total, aunque divididos en periodos de dos años.

El director técnico del club valenciano, Rafa Blanquer, explicaba que la atleta Josephine Onya había recibido una comunicación verbal por parte de la Federación Española de su presunto caso de dopaje, «aunque no se le ha informado el tipo de sustancia, ni porcentaje detectado».

Ahora, como suele suceder en estas ocasiones, se está a la espera de que se le comunique oficialmente por escrito, una vez se haya ratificado con el contra análisis por parte de La Agencia Antidopaje.

Desde el club se aseguraba que, «en caso de que los análisis confirmen el dopaje, se le abriría expediente disciplinario, y en cuanto se reciba la resolución por escrito, si es afirmativa, el Club no dudará ni lo más mínimo en darle la baja permanente».

La Diputación reacciona

Mientras tanto, desde la Diputación de Valencia, el principal respaldo económico y además patrocinador del equipo, indicaban que «en la nueva Diputación no hay espacio para la gente que haga trampas».

La institución, que hasta ahora suele otorgar una subvención de unos 400.000 euros anuales a este club, lanzaba un aviso: «Se ha acabado el tiempo de los chiringuitos particulares que usan el deporte como coartada», en relación a casos como este, o a otro similares que se han dado en el pasado. Además, aseguran que «la Diputación no puede dar respaldo a este tipo de conductas, ni tampoco a todos aquellos que las amparan».