Las redes sociales eran ayer un clamor contra este nuevo caso de dopaje que salpica al deporte español y lo hace, además, a un año escaso de los próximos Juegos Olímpicos. Ahora, cuando tantos y tantos deportistas apuran su forma física, se esfuerzan al máximo, y se concentran para conseguir la famosa «mínima» para los Juegos. O intentan destacar para ser llamados por sus respectivos seleccionadores, este nuevo dopaje resulta, si cabe, todavía más alarmante y, también, insultante por su reincidencia.

Precisamente esto, que sea ya la cuarta vez, es lo que menos se comprende no solo por parte de los deportistas de élite, sino por los propios aficionados. En este sentido, Roberto Sotomayor, doble campeón de España en 1.500 y 3.000 metros, ironizaba sobre el tema en twitter: «Da positivo por cuarta vez en un control antidopaje. Supongo que la darán un premio al récord de insistencia».

Mientras tanto, a varios atletas españoles, como Kevin López, la noticia les pillaba precisamente en China. Él era claro: «La tendrían que haber suspendido a perpetuidad la primera vez». En la misma línea, pero con una petición expresa a la Federación, se mostraba la bicampeona de España de Heptahlon absoluta, Fani Fortes: «Y por cuarta vez reincide Onya. Que borren ese récord de España ¡ya! Y revisen muchos otros!».

Parece que en el «pelotón atlético» muy pocos creen en la inocencia de Onya. Muy claro se mostraba el plusmarquista nacional paralímpico en 100, 200 y 400 metros, Lorenzo Albadalejo: «La culpa del caso Onya la comparten atletas e instituciones. Es inadmisible permitir competir a un deportista que da tres veces positivo». Y añadía: «¿Cómo explicamos en los colegios y las escuelas de atletismo que doparse es ser tramposo cuando a Onya se le permite seguir yendo con España?».