Empieza una nueva temporada y los contadores se ponen a cero. Y una de las estadísticas que nunca faltan en los anuarios y suplementos especiales es la de la Clasificación Histórica de la Liga. Es cuando se juntan todos los partidos disputados hasta ahora, se agitan y se dejan caer sobre un papel. Así, 60 clubes, desde el Real Madrid a la Cultural Leonesa, quedan ordenados en una macro lista que reúne 84 años de pasión futbolística.

Hasta ahí todo bien. Pero una vez analizada la mencionada clasificación histórica surgen las dudas y se suscita la disparidad de criterios sobre una cuestión: ¿cual es la forma correcta de ordenar esta clasificación?

La Liga de Fútbol Profesional lo tiene muy claro: el palmarés se hace por puntos conseguidos a lo largo de todos estos años. Una suma pura y dura.

Este criterio tiene un gran beneficiado: el Valencia CF. De hecho, en los últimos años cobró un especial interés cuando el club de Mestalla fue adelantando sucesivamente a los dos atléticos, el de Madrid y el de Bilbao, para encaramarse a la tercera posición, que es la que actualmente ocupa.

Ahora mismo, el Valencia tiene veinte puntos de ventaja sobre el club colchonero (no hay que confiarse porque últimamente están restando diferencias a todo tren) y 53 sobre el bilbaíno. Luego, muy lejos, a 600 puntos de distancia, toda una vida, aparece el Sevilla.

De acuerdo con esta estadística, el Villarreal CF ya habría entrado en el Top 20, lo que supone estar en el particular grupo de privilegio. Más atrás, el Elche ha cobrado ventaja sobre el Hércules en búsqueda de la hegemonía alicantina y el Levante UD se acerca peligrosamente a los blanquiazules, a los que podría dar alcance, si no hay ascensos o descensos, en entre tres y cinco años. Completan la representación valenciana, más abajo, Castellón y Alcoyano.

Serias discrepancias

Esa es la lista oficial y la que, ahora mismo, vale para el máximo organismo futbolístico. Pero existen discrepancias, que suscitan no pocos debates en los foros futbolísticos. Y en cierto modo, con razón: ni las ligas no son las mismas por extensión (las primeras eran de diez equipos y ahora son de veinte) ni la puntuación es la misma.

Este es uno de los grandes puntos de fricción: la LFP suma los puntos a pelo, sin más. Y hay que recordar que, en la temporada 95/96 se decidió otorgar tres puntos por victoria. La consecuencia es que hay triunfos más valiosos que otros. Algo que es, obviamente, injusto, porque no se trata de algo sucedido en el terreno de juego, sino una decisión más o menos acertada, más o menos arbitraria, de los estamentos futbolísticos. Es verdad que, visto el desarrollo de la historia, la decisión le hizo un favor al fútbol, ya que fomentó los planteamientos de ataque y contribuyó a ampliarse los marcadores. Pero crea una discriminación evidente cuando se trata de la estadística.

La consecuencia en la tabla es que se beneficia a los equipos que han estado más brillantes en los últimos veinte años y se penaliza a los anteriores. Y muestras hay muchas.

Y si unificamos las victorias...

Por eso, si unificáramos todas las victorias a tres puntos, tanto las de la pasada temporada como las de 1929, algunos equipos mejorarían su posición actual. Son casos como los del Sporting de Gijón, Las Palmas, Elche, Hércules o Sabadell, mientras que se penaliza y bajan posiciones equipos que han brillado más en la última época, como el Deportivo, Mallorca, Getafe o Alavés.

Esta clasificación unificada perjudica mucho al Valencia CF, que caería a la quinta posición. ¿Por qué? Porque los mejores años del Valencia CF son, precisamente, desde que llegó la victoria a tres puntos. Dos ligas, varios subcampeonatos y una presencia muy habitual entre los cuatro primeros marca la historia valencianista reciente.

En este periodo de tiempo el Atlético de Madrid ha vivido años muy erráticos „las peores épocas de la era Gil„ e incluso ha descendido a Segunda. Y el Athletic ha deambulado casi siempre por una zona mediocre, con poca historia. Ambos atléticos vivieron épocas mucho más doradas cuando la victoria valía dos puntos.

El criterio por temporadas

Pero hay otro criterio que tiene no pocos seguidores y es el que estableció, hace más de 60 años, el anuario «Dinámico», la gran biblia futbolística de tres generaciones de futboleros.

La editorial zaragozana no considera justo que las ligas de 18, 20 o 22 equipos tengan más mérito que las primeras, que tuvieron 10, 12 o 14 equipos. De hecho, si nos regimos por los puntos conseguidos, sean unificados o no a tres puntos, nos encontramos con una paradoja injusta: equipos en descenso o en posiciones mediocres, tendrían más puntos que otros que ganaron la liga. Así que el criterio que utiliza premia las temporadas jugadas.

Ahí, los daños del Valencia CF son menores porque sería cuarto, sólo superado por los tres equipos que han jugado todas las ligas (Real Madrid, Barcelona y Athletic). El Valencia es cuarto por las tres temporadas iniciales que estuvo en Segunda y el año en el infierno de mediados de los ochenta del pasado siglo.

El que sufre es el Atlético, que incluso es superado por el Espanyol: tardaron en incorporarse a Primera División y estuvieron recientemente dos años en la categoría de plata.

Con este criterio, el equipo valenciano más perjudicado es el Villarreal, que baja del puesto 20 al 26. La razón es muy clara: el submarino, salvo en contados casos (los descensos, por ejemplo), ha protagonizado temporadas buenas o muy buenas. Pero en una clasificación por años baja enteros. Hasta el punto que, con 15 temporadas, pierde el título de «segundo equipo de la Comunitat Valenciana» para caer al cuarto, por debajo de Elche (21) y Hércules (20) y con todavía bastantes años por delante para alcanzarlos.

Esta situación desfavorable le sucede también, por ejemplo, al Málaga CF, cuyo paso por la Primera división es, en general, bastante más brillante que el antiguo Club Deportivo Málaga. Y así, a puntos ya gana el nuevo club y por temporadas le queda bastante para alcanzar al antiguo. El Levante UD incluso sería superado por un Castellón que será alcanzado a número de temporadas, once, en el presente curso.

Y a puntos por partido...

Y todavía queda una última clasificación que mide por otro parámetro que premiaría el rendimiento general: el de puntos conseguidos por partido, considerando la norma unificada de victoria de tres puntos. Es una clasificación interesante porque recompensa a los mejores, aunque pierde en cierta medida la perspectiva histórica.

Ahí, el Valencia CF vuelve a ser cuarto, pero la tabla ha dado un vuelco a su alrededor: ahora el tercero es el Atlético de Madrid y quinto el bilbaíno. El Athletic paga que, pese a su condición de histórico, siempre ha ido muy a atrás en posibilidades de Real Madrid y Barça.

Y en este caso, el mayor subidón lo da el Villarreal, que se dispara hasta la sexta posición. Casi un punto y medio ha logrado por partido (eso significaría, de cada dos partidos, ganar uno y perder otro, algo que, con perspectiva histórica, es muchísimo). Ahí volvemos al argumento anterior, las temporadas amarillas en la máxima categoría son muy buenas.

La estela se la sigue otra vez el Málaga CF y en esta ocasión también llama la atención las buenas prestaciones del Getafe. Aunque, para subida, la del Compostela, que pasa de moverse en los puestos cuadragésimos a la décimo séptima. Los que tengan memoria recordarán que los tres primeros años del club albiceleste fueron muy dignas e incluso el descenso le llegó en una promoción.

Aquí llaman la atención los grandes bajones. El más llamativo es el del Espanyol, que se va a la duodécima plaza. O el desplome de esos equipos que siempre tenemos en la mente, pero como sufridores profesionales. Son casos como los del Valladolid, Racing de Santander, Murcia, Cádiz o Numancia. Hagan un ejercicio de memoria y busquen algún año en que alguno de estos equipos haya sido muy brillante y verán que la asociación mental lleva a la mitad de la tabla o peor.

Lo ideal, cuando no hay un criterio definido, es apelar al sistema la va mejor a cada uno. No deja de ser una enorme sopa de números.